Bienvenida a todo el mundo

Desde aquí doy la bienvenida a todo el que desee leer mis opiniones en un lugar donde la indiferencia no tiene lugar.

jueves, 15 de mayo de 2008

Tras muchos siglos de asedio, la Iglesia de acuerdo con la ciencia en los puntos más peliagudos.

La astronomía, la astrofísica y todas las ciencias del espacio están de enhorabuena ya que cuentan con el beneplácito de la Iglesia incluso para sus proyectos más comprometedores.

Y eso sucede en estos días en que los telescopios de la NASA han captado los restos de la explosión de una supernova dentro de la Vía Láctea que sucedió hace sólo 140 años. Para los profanos he de decir que astronómicamente hablando este tiempo de 140 años es muy pequeño, de hecho, esta observación es fundamental ya que es la supernova más reciente observada nunca en el interior de nuestra galaxia.

Pero también en estos días, el astrónomo jefe del Vaticano, José Gabriel Funes, ha afirmado que no hay un conflicto entre la fe en Dios y la posibilidad de que exista vida inteligente en otros planetas, aunque esta sea más evolucionada que la humana. De hecho, en su opinión, como en la de muchos científicos de renombre y de no tanto nombre entre los que me incluyo, la posibilidad de la vida en otros planetas existe.

El señor Funes, es un sacerdote jesuita de origen argentino, que a sus 45 años dirige el Observatorio del Vaticano, conocido como la Specola, y es asesor científico del Papa. Y es que en la curia también tienen lugar los científicos...

¡Cómo han cambiado los tiempos! Pues algún que otro científico fue acusado de herejía, si no asesinado por la Iglesia. A mi mente viene el caso de Galileo, que por decir que la tierra se movía fue sometido a juicio, aunque él no fue uno de los asesinados por la Iglesia. Pero la ciencia siempre tuvo que avanzar a escondidas de la Iglesia, sin embargo ahora existen científicos en el Vaticano. Tal vez un día nos sorprendan más y nos digan que tienen un ejercito y que han colaborado en venta de armas y otras cosas similares, ¡quién sabe!

La existencia del Observatorio Astronómico Vaticano no es nueva para mí, ya que sus orígenes se remontan a los tiempos del Papa Gregorio XIII, quien creó una Comisión Científica para estudiar los elementos necesarios de cara a la realización de la reforma del calendario litúrgico, ocurrida en 1582.

Sin duda, el Observatorio del Vaticano es uno de los más antiguos del mundo, pues a finales del siglo XVIII, antes de Gregorio XIII, había tres observatorios apoyados por el Vaticano que estudiaban las estrellas desde Roma. Tras un largo paréntesis de inactividad, el Papa León XIII fundó el nuevo Observatorio Astronómico Vaticano con el motu proprio «Ut mysticam» de 1891, dentro del Vaticano, detrás del domo se San Pedro.

Sin embargo, a partir de 1935, el crecimiento urbano de Roma hizo difícil la observación de las estrellas pues el cielo se volvió demasiado luminoso, por lo que Pío XI trasladó el observatorio al palacio de verano, al sur de la capital de Italia.

Aunque la sede central del Observatorio Vaticano se encuentra en Castelgandolfo, en 1981, se fundó un segundo centro de investigación: The Vatican Observatory Research Group (VORG) en Tucson, Arizona (EE.UU.), es más, en 1993, en colaboración con el Steward Observatory, el Observatorio Vaticano completó la construcción del Vatican Advanced Technology Telescope (VATT) en el Monte Graham, Arizona, considerado uno de los mejores lugares astronómicos de Norteamérica.

Pero volviendo al sacerdote y científico Funes, éste ha dicho cosas muy interesantes en una entrevista titulada "El extraterrestre es mi hermano", para la edición vespertina del martes del periódico del Vaticano L'Osservatore Romano, en la que aseguró que la astronomía acerca al hombre a Dios, subrayando que es un mito considerar que la astronomía favorece una visión atea del mundo.

En ella se pregunta: "¿Cómo podríamos excluir la posibilidad de que la vida se haya desarrollado en otro lugar?", y es que evidentemente el Universo es enorme, sería un gran desperdicio, si los únicos privilegiados fuésemos los seres vivos de la Tierra, ¿no? Hay una enorme cantidad de galaxias (cien mil millones o más) con sus estrellas (cien mil por cada galaxia) y sistemas planetarios que lo hacen posible. Pero me alegro de que desde el Vaticano se reconozcan estas cosas.

Al preguntarle si se estaba refiriendo a seres similares a los humanos o puede que más evolucionados, contestó que en un universo tan grande no puedes excluir esa hipótesis, y que: "Se puede admitir la existencia de otros mundos y otras vidas, incluso más evolucionada que la nuestra, sin por ello poner en entredicho la fe en la creación, en la encarnación y en la redención. Es posible creer en Dios y en los extraterrestres”. Luego, no supone conflicto el hecho de creer en la existencia de tales seres y la fe en Dios, lo dicho, me alegro.

De acuerdo con la ciencia, afirmó que tal y como hay una multiplicidad de criaturas en la Tierra, puede haber otros seres, incluso inteligentes, creados por Dios, lo que no se opone a nuestra fe, ya que no podemos poner límites a la libertad creativa de Dios, los extraterrestres seguirían siendo parte de la creación, añadió. Es más cree que pueden existir formas de vida incluso sin oxígeno e hidrógeno, como bien ha aclarado previamente la exobiología.

Además, Funes precisó que el Universo no es infinito y que tiene 14.000 millones de años, añadiendo que la teoría del Big Bang, y su expansión de la materia, es la que mejor explica, hasta el momento, el origen del mundo. Y al preguntarle si dicha teoría da valor o contradice la visión de fe basada en lo que cuenta la Biblia, contestó que como astrónomo, continúa creyendo que Dios es el creador del Universo y que nosotros no somos productos de la casualidad, ni de un accidente, sino hijos de un Padre bueno, el cual tiene para nosotros un proyecto de amor.

A eso yo le añadiría que la cosmología, basada en la Relatividad General de Einstein, dentro de la cual está la teoría del Big Bang, presenta actualmente un problema insuperable, y no es otro que no podemos saber lo que ocurrió en el origen, ya que añadiendo conceptos cuánticos, es imposible saber lo que ocurrió antes de los 10-37 segundos desde el principio. Tal vez la Teoría de Cuerdas en un futuro sea capaz de sobrepasar ese límite y llegar al origen, y una de dos: o encontraremos a Dios, o probará su no existencia.

Pero Funes añadió que si llamamos a las criaturas de la Tierra "hermano" y "hermana", ¿por qué no podemos hablar de un “hermano extraterrestre”?, ya que formaría parte de la creación. Y en su argumento tiene razón. Es más, la redención también serviría para esos "hermanos extraterrestres", pues Funes agregó que Jesús se encarnó una vez por todas y que la encarnación es un evento único e irrepetible y que está seguro de que esas eventuales seres también gozarían de la misericordia de Dios.

Todavía llegó más lejos al sugerir la posibilidad de que la raza humana pudiese ser la "oveja perdida" del Universo, ya que podría haber otros seres que permaneciesen en total amistad con su Creador.

Por tanto, para el sacerdote Funes la ciencia, más en concreto la astronomía, no contradice a la religión, tema que interesa mucho el actual Papa Benedicto XVI, quien ha hecho énfasis en explorar la relación entre fe y razón. Pero el sacerdote tiene muy claro que la Biblia no es un libro de ciencia (¡lástima que en el pasado no se pensase eso!), por lo que la búsqueda de hechos científicos sobre el Universo y su origen no pone ninguna duda en el papel de Dios en su creación. Evidentemente, si surge una explicación del todo sin la presencia de Dios, la existencia de Dios quedaría amenazada, añado yo.

En fin, con esto os dejo por hoy queridos lectores. A pesar de hablar de la Iglesia no creo que hoy mis palabras me lleven a la Iglesia. Eso sí el castigo del fuego purificador lo merece la Iglesia por su pasado, ya que hoy se une a la ciencia, pero en el pasado murieron muchos inocentes que estaban obligados a investigar en la clandestinidad, y por supuesto, porque Dios no cree en esta Iglesia de doble moral, a pesar de que haya sacerdotes como Funes, que sí merezcan la pena.

¡Buenas noches!

No hay comentarios: