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sábado, 3 de mayo de 2008

¡La Conferencia Episcopal de acuerdo conmigo!

Pues así es, y sin que sirva de precedente, por primera vez desde que vengo escribiendo en mi blog, la Conferencia Episcopal está de acuerdo con mis palabras, con mi opinión. Ha sido en el tema del contrato de inmigración de Camps, ya que como yo expresé en mi artículo del día 28 de abril: ¡Cien días de mi blog! Para la celebración pues inmigración.

Pero antes de meterme en materia quiero resaltar la triste noticia del fallecimiento de nuestro segundo Presidente del Gobierno en la era democrática, en la fase de la transición. Y es que, el ex presidente del Gobierno D. Leopoldo Calvo-Sotelo ha fallecido hoy, a la nada desdeñable edad de 82 años, en su domicilio y de manera repentina. Calvo-Sotelo fue nuestro Presidente desde febrero de 1981 hasta diciembre de 1982. Es el primer Presidente de la democracia que fallece. Descanse en Paz Don Leopoldo. Desde aquí doy mi pésame a sus familiares y amigos.

Y ahora ya me dedico en cuerpo y alma al tema que da título a mi artículo de hoy. Como ya dije en el artículo arriba citado, me parecía muy mal este contrato de inmigración en el ámbito de la Comunidad Valenciana, ya que era copiar el de Rajoy, pero para nuestra comunidad. Además es un contrato sumamente discriminatorio para los inmigrantes y por tanto nada solidario. Eso mismo ha dicho la Conferencia Episcopal, pues rechazan el contrato para inmigrantes de Camps por insolidario.

Por fin veo a los obispos desvincularse de algo que pide el Partido Popular, espero que así la Iglesia pueda entrar en una dinámica de independencia, para que vuelva a merecer la pena ir a misa a escuchar la palabra de Dios y no sermones recargados de política.

Ayer, el obispo responsable de Migraciones de la Conferencia Episcopal, José Sánchez, dijo sobre el contrato que pretende hacer firmar la Generalitat Valenciana a los inmigrantes, que éste no va dirigido principalmente hacia el bien del inmigrante sino hacia la garantía de nuestros derechos e intereses. Me alegra mucho que los obispos sean capaces de reconocer eso, y me parece una pena que no lo hiciesen antes de las elecciones, cuando Rajoy propuso prácticamente lo mismo para todo el Estado.

Dicho obispo admitió que él no está en contra de la regulación de los inmigrantes, ¡faltaría más!, yo tampoco lo estoy, pero no por ello hay que discriminarlos. Y dijo que aunque no conoce el texto en cuestión a fondo no está de acuerdo con su filosofía, ya que se debería basar en otros principios más humanitarios, solidarios y para ellos, más cristianos. Me quito el sombrero ante este obispo, sólo le falta pedir que la Iglesia predique con el ejemplo.

Además, añadió que las leyes de extranjería e inmigración se fundamentan en la defensa de los intereses nacionales y la regulación de la economía y del mercado, principios que, a su juicio, no son los deseables, ya que no se considera a los inmigrantes en cuanto a sus derechos fundamentales sino como motor de la economía. También explicó que los inmigrantes son deseados cuando son necesarios para la economía, sin embargo, cuando ya no hacen falta lo que se quiere es que se vayan, de modo que sólo hay apoyo al inmigrante mientras es bueno para los intereses nacionales.

Me alegran mucho las palabras de este obispo, pues aunque parezca lo contrario no siempre me gusta hablar mal de la Iglesia y todo su entorno. De hecho me encantaría poder decir que la Iglesia ayuda a que vivamos en mundo más justo, más humano y con menos desigualdades, para lo cual tienen una buena cantidad de bienes materiales que podrían donar para solventar graves problemas en el tercer mundo, pero siguen sin hacerlo. Aunque al menos hoy, puedo decir que empiezan a darse cuenta, de que los políticos a los que han apoyado ciegamente son muy insolidarios, en este caso, el Gobierno del señor Camps.

De hecho, no ha sido la única opinión en contra del contrato de inmigración de Camps, pues la misma Presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Esperanza Aguirre, se ha desmarcado de esta iniciativa de Camps. ¿Por qué no lo hizo también de la de Rajoy en su campaña electoral? ¡Ay, por el interés te quiero Andrés! Mantuvo la boca cerrada entonces para evitar el lío en el que ahora se encuentra sumido el PP, ya que antes le habría restado muchos votos. Tonta no es...

Así, Esperanza Aguirre también dijo ayer que en su autonomía, no harán ningún contrato para la integración de los inmigrantes, ya que, según explicó, el compromiso que tienen que asumir los que vienen de fuera es el mismo que tienen que asumir los que están aquí, y no es otro que cumplir estrictamente las leyes.

La verdad es que estoy realmente sorprendido de que la opinión de una política con peso específico en el PP, se haya tomado al pie de las letras mis palabras, las que ya dije en su día, referidas al contrato de inmigración y las costumbres españolas de Rajoy, que no eran otras que tanto nosotros, los españoles, como los inmigrantes deberíamos cumplir las leyes.

Espero que tanto la Iglesia como las voces del PP sigan por este camino, ya que rectificar es de sabios.

Con esta reflexión os dejo por hoy, mis queridos lectores, convencido de que mis palabras no merecen llevarme a la hoguera. Y convencido también de que los merecedores del castigo del fuego purificador son los gobernantes valencianos, con Camps a la cabeza, pues ya no son únicamente corruptos, sino que además se muestran insolidarios y discriminadores con nuestros iguales que vienen de otros países por pura necesidad, ya que en su país de origen les resulta casi imposible salir adelante.

¡Buenas noches!

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