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miércoles, 18 de noviembre de 2009

Operación Alakrana o la vergüenza de ser español.

Tras observar desde la distancia todo lo que ha acontecido en el secuestro y liberación del pesquero Alakrana, lo único que puedo decir es que siento vergüenza de ser español. Y no me avergüenzo de haber nacido en un estupendo país, sino de estar representado por gente que no vale para nada, así como de aprovechados y oportunistas. Y es que no se salva nadie: Gobierno, oposición, medios de comunicación, Justicia, familias de apresados, Ejército, y la sociedad en general. ¡Qué país! Pero es en el que vivo, y aunque a veces parezca un triste barracón de feria, como estos días, es el mío.
En mi artículo del 20 de abril de 2008, ya hablaba yo de la situación de estos piratas, que también son terroristas, por la captura de otro pesquero, el Playa de Bakio, que se gestionó mucho mejor que ésta, y de las dos posibles alternativas para evitar estos hechos: una buena protección por parte del Gobierno español de la zona donde pescan los pesqueros españoles, lo que se ha hecho a medias, o el abandono de esa zona de pesca por parte de nuestros pesqueros, que sin duda sería lo mejor por seguridad, además de no andar expoliando aguas que desde mi punto de vista deberían explotar los somalíes y sus vecinos, pero como no tienen un ejército fuerte, pues nada, a "robarles". De momento, ni una ni otra.
Pero, ¿por qué me avergüenzo? En primer lugar, creo que la gestión del Gobierno de este secuestro ha sido pésima, sobre todo por su final. Es cierto que se han liberado a los españoles secuestrados con vida, lo que algunos considerarán un éxito, y vaya mi enhorabuena a las familias y allegados de los secuestrados por haber salido de allí vivos, pero el resultado tiene otra cara intolerable. Esa cara no es otra que el haber quedado debilitados ante los ojos del resto del mundo, y de los nuestros, por haber cedido y haber pagado el rescate a esos piratas chantajistas. Nos hemos convertido por ello en presa fácil, España paga.
Independientemente de la descoordinación de la que ha hecho gala nuestro Gobierno en la gestión del secuestro, lo que siempre debieron tener claro Zapatero y su equipo es que representan a un estado democrático, y como tal no puede ceder a la amenaza de los enemigos del estado, estos sofisticados piratas somalíes, ya que un estado no se puede permitir ese tipo de concesiones, más que nada, porque se ha sentado un precedente.
Todos recordamos los tristes secuestros de esos desalmados de la banda terrorista ETA. Ningún gobierno ha cedido al chantaje de los etarras y ha pagado un rescate, pues estaba claro que eso era una terrible concesión para un estado democrático, y eso que alguno terminó con la desgracia de la muerte, que como en el caso de Miguel Ángel Blanco, movilizó a todo el país, y en otros casos pudimos ver cómo después de mucho tiempo de cautiverio se liberaban a los secuestrados, demacrados y desaliñados, sin haber cedido un ápice nuestro Gobierno, y eso es lo que había que haber hecho en este caso, no ceder.
No creo que nuestra sociedad se tambalease y exigiese al Gobierno el pago de un rescate a ETA para que se rearme contundentemente, o el acercamiento de los presos etarras al País Vasco, o, ya puestos, la independencia de Euskadi, ¿a que no? Pues bien, no entiendo el motivo por el cual ahora sí que una buena parte de nuestra sociedad se ha conmovido mucho más al escuchar las palabras de los familiares de los secuestrados, que cuando hablaban las familias de los secuestrados por ETA. Supongo que debe ser porque los piratas o terroristas somalíes están muy lejos y no pueden ponernos bombas en casa, aunque nunca hay que menospreciar la posible conexión entre el dinero que recaudan estos piratas y el terrorismo islámico.
Gran parte de culpa de ello la han tenido nuestros medios de comunicación, que no han respetado la negociación de nuestro Gobierno con los piratas, por más absurda que fuese, y que han utilizado más si cabe a los familiares de los secuestrados para su propio beneficio, vender más, subir audiencias, etc., debilitando más a nuestro Gobierno. Pero bueno, no a todos los ojos se nos ha escapado cierta manipulación, como la presentación al principio del secuestro de las familias en hogares normales con sus comodidades, mientras que cuando salieron llorando y presionando mostraban tras de sí unos fondos más rurales, más pobres, como para conmovernos más, cosa que al ser liberados ya ha vuelto a la normalidad.
Aunque bueno, lo de las familias es comprensible, si yo tuviese secuestrado a alguien que aprecio haría todo lo posible para que lo liberasen, perdiendo la objetividad que ahora tengo al verlo todo desde fuera, al no conocer a los secuestrados y no saber qué tipo de personas son, si son buenos o malos. Pero alguien les debe poner freno, y no animarlos en su propio beneficio, ya que no lo harían en caso de ser ETA la causante del secuestro, ¿o sí? Tengo mis dudas de que ciertos programas de televisión no sacasen tajada hoy en día de ello.
Los medios de comunicación, también han tratado de manipularnos, y han conseguido dividirnos, con el asunto de la bandera del barco. Pero, ¿qué más da eso? Entre los secuestrados había ciudadanos españoles, ya fuesen gallegos o vascos, como también extranjeros, y por todos los ciudadanos españoles debe velar nuestro Gobierno. De hecho no tengo claro aún si el barco llevaba una bandera vasca o no llevaba ninguna en el momento del secuestro, pero me trae sin cuidado. Una bandera es tan sólo un trapo, que, como ahora, sirve para que nos peleemos, y para poco más, puesto que los que allí iban eran ciudadanos españoles, y en España pagan sus impuestos, como lo hace también quien quema una foto del Rey.
Y volviendo al pago del rescate, la verdad es que me molesta que se haga con dinero público sí, otro error de nuestro Gobierno desde mi punto de vista, ya que como he dicho antes, esto deja vendido a nuestro estado a futuros chantajes antidemocráticos. Pero no sólo por ello, creo que el dinero público debe destinarse a asuntos verdaderamente públicos y no privados, pues quien debería pagar el rescate es el armador del barco, que es privado, y quien obtiene el auténtico beneficio de pescar allí. Además de producirse el agravio comparativo con otros casos, como el secuestro de los dos empresarios españoles en Georgia en 2001, pues si no me equivoco pagaron el rescate de su propio bolsillo. Debe ser que ellos no eran españoles... Pero bueno, siendo sincero, casi mejor que se gasten mi dinero en salvar unas vidas de desconocidos que en pagar trajes de algún conocido, en financiaciones ilegales, en carreritas de coches o barcos para privilegiados, o en imposibles Olimpiadas.
Desde mi punto de vista, lo que el Gobierno debería haber hecho es haber apostado por nuestro Ejército. Creo que la protección actual en la zona es muy corta, y que se podría desplazar allí a las tropas que no acabo de comprender los valores occidentales que defienden en Afganistán. De todas formas, con la fragata y el helicóptero que andan por allí se podría haber hecho más que capturar a dos terroristas, pero claro, tenemos el ejército que nos merecemos. Realmente sólo sirven para misiones de paz, o para apagar incendios, aunque les faltan medios sí, ya que para luchar no están muy preparados hoy en día. Y eso que antaño teníamos la Armada Invencible, que para quien no lo sepa, como armada que era se creó para proteger a nuestros navíos frente a los piratas. ¡Ay si aquellos levantaran hoy la cabeza y viesen la inutilidad de nuestros militares! 
Y sí, sirvieron para atrapar a dos piratas, con los que se ha armado un enorme revuelo por traerlos a España. Esto también ha servido para ver como nuestro estamento judicial se iba pasando la pelota de unos a otros, por no saber si juzgarlos o no, primero con la edad de uno de ellos, si era adulto o no, y luego con que no se deberían haber traído a España, lo que si existen acuerdos sobre ello en la Unión Europea es otro error de nuestro Gobierno, pero que también se ha utilizado para debilitarnos frente a los piratas. Sólo espero que ahora no los devuelvan y cumplan sus condenas en España, independientemente de lo que se haya negociado.
Aunque claro, quien más ha debilitado al Gobierno, ha sido, ¡cómo no!, la oposición liderada por Rajoy y el Partido Popular. En lugar de apoyar al Gobierno y mostrarle a los piratas que España es una nación sólida, no han hecho más que dividirla, y tratar de obtener rédito político, tal vez la crisis no es suficiente, con una actuación que desde mi punto de vista los ha puesto del lado de los piratas al debilitar a España. Eso sí, a última hora y cuando vieron que a muchos les parecía mal, dijeron que apoyaban al Gobierno hasta que los liberase, ¡qué cínicos!, ¡el daño ya estaba hecho! Supongo que ahora exigirán dimisiones por la mala gestión, como yo lo haría cierto, pero lo malo es que cuentan con un ejemplo de mala gestión militar en sus filas como es Trillo, que todavía cobra del dinero que pagamos todos los españoles.
En fin, que no se salva nadie esta vez. Con estas palabras me despido sabedor que me llevarán a la hoguera, pero muy seguro de que otros son los merecedores del castigo del fuego purificador, principalmente el Gobierno De ZP, pero también la oposición la prensa y todos los citados, por haber dejado a España, débil ante el chantaje de cualquier piratilla del mundo y por haberme hecho sentir vergüenza de ser español, con una actuación digna de una república bananera.
¡Buenos días!

viernes, 13 de noviembre de 2009

¿Excomunión? Sí, ahí, a la izquierda.

Como en muchos otros días de mi andadura bloguera, hoy me vienen tantas ideas a las cabeza que me cuesta decidirme por una: la locura de Camps, la inocencia de alguien que hace arder en una hoguera a su mujer o la excomunión de los políticos que aprueben leyes abortistas. Normalmente me peleo un rato conmigo mismo para ver qué tema elijo, y al final desisto y hago otra cosa, pero hoy no, ya hace tiempo que no hablaba de la Iglesia Católica...
No creo que a nadie sorprenda que un político merezca la excomunión, pero sí puede sorprender el motivo, aunque no para los que un poquito sabemos del tema, la verdad. Las palabras del portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, fueron las siguientes, refiriéndose a los políticos que voten a favor de la Ley del Aborto: "están en situación objetiva de pecado mortal, y no pueden ser admitidos en la comunión". Aunque no contento con ello, también añadió: "No hay un derecho a quitar la vida al más débil, como propone esta ley", para también reconocer como "herejes" a los católicos que, "en contra de la fe divina", defiendan que "quitar la vida a un ser humano, aun en determinados casos, es legítimo". ¡Muy bien por él!, y a la vez, ¡qué pena por él!
Como ya he dicho, estas palabras no son nada sorprendentes, ya que se sabe de antiguo que el derecho canónico dicta la excomunión para todos aquellos que son cooperadores directos de un aborto realizado, y claro, los políticos al votar lo son... ¡Pues no! Pero también los excomulgan...
Es importante tener muy claro que la excomunión únicamente significa la censura o pena medicinal por la que se excluye al reo de delito de la comunión con la Iglesia Católica. Insisto, con la Iglesia, que no con Dios, ya que como a lo largo de toda mi trayectoria he señalado, Dios hace mucho tiempo que se distanció de la Iglesia y que no cree en esa pandilla de hipócritas. Por tanto, esos políticos, y todo el que colabore en un aborto, será muy feliz de no participar en la Iglesia, pues Dios, como bien saben los sacerdotes, habitan en el templo de cada uno, en su cuerpo, y no necesitan intermediarios, ¡qué malos son siempre los intermediarios!
Hoy no voy a entrar a juzgar si un feto es humano o no, o si una menor de edad debe abortar o no, pues eso son palabras mayores, y que por supuesto, unos sacerdotes tampoco deben juzgar, y más, teniendo en cuenta que son incapaces de probar la existencia o inexistencia de Dios, ¿cómo van a poder decir cuándo un feto es humano? 
En lo que sí que voy a entrar es en el problema de fondo, que no es otro que el ámbito de actuación de la Iglesia, así como sus propias contradicciones. Por supuesto, los curas y los obispillos pueden ponerse a desvariar sobre cualquier tema cuando quieran, pero siempre dentro de su reducto, de los muros de sus templos aislados de la presencia de Dios, y a los que sólo accede Dios gracias a los corazones puros de buenos católicos, que los hay sí. Pero en mi opinión, está fuera de lugar que pretendan aleccionar al público en general, basándose que al estar bautizados, la gran mayoría somos católicos. Pero si no fuese tan complicado apostatar, principalmente por pérdida de subvenciones claro, cuando hablasen fuera de sus muros, estarían predicando en el desierto.
Además, ¿por qué salen los obispos con la excomunión de los políticos justo ahora? Es cierto que ahora se promueve esta Ley, pero ya se hizo en el pasado otra Ley del Aborto, ¿entonces no había excomunión? Es más, si el aborto siempre ha sido un grave pecado, los años que ha gobernado el bigotudo del Partido Popular, ¿por qué no se ha propuesto también su excomunión?, ¿acaso el pasar olímpicamente de un tema no es motivo de excomunión? Supongo que no, por ello, la excomunión sí, pero a la izquierda, por si no quedaba ya bien claro que la Iglesia tiene ideología política.
Un grave problema de estos descerebrados que quieren imponer su moral, o su falta de la misma, es su postura acerca de la concepción de una nueva vida. Parece mentira, cuando los sacerdotes son los seres más antinaturales de la creación, que se atrevan a opinar sobre métodos anticonceptivos o aborto, cuando están desperdiciando, si de verdad cumplen con la castidad, todos sus espermatozoides, que no deben ser criaturas de Dios claro. Si todos fuesen como ellos se acabarían los humanos, y luego van de protectores de la vida, en fin...
Respecto a la protección de la vida, también van bien servidos de contradicciones. El portavoz ha dicho que son herejes todos los que defiendan el quitar la vida a un ser humano, supongo, que por ello apoyan a dictadores y a jefes de estado que aplican la pena de muerte, tanto ahora como en el pasado, es más, si recordamos el oscuro pasado de la Iglesia, ¿a cuántos seres humanos torturó y mató la Inquisición? ¿No era quitar la vida? Sí, eran otros tiempos sí, pero parece que la Iglesia quiere volver a ellos, ¿o no?
Y quiere volver, porque desde la Iglesia no se acepta la democracia, mejor o peor, en la que vivimos, ya que quieren estar por encima de las leyes democráticas, quieren obligar a que se haga lo que ellos quieren, evitando el ejercicio del libre arbitrio espiritual, encadenando de este modo la conciencia, tan individual como es, para sus propios fines, en una clara marcha atrás en el tiempo. Está claro, que lo lógico sería permitir que el aborto fuese legal, y después allá cada cual con lo que haga, pero nadie debe imponer sus criterios a los demás, y menos en una democracia. Pero a la Iglesia le gustaría volver a la época feudal, tener poder, y cada vez tiene menos, como debe ser...
Pero lo peor de todo, es que sean capaces de ver motivos de excomunión en lo concerniente a la votación del aborto, pero no en la corrupción de los políticos, eso no, la corrupción es sana. Yo pensaba que robar, mentir, levantar falso testimonio, etc., estaba mal según la Iglesia, pero tal vez me equivoque. Y por supuesto, tampoco debe ser motivo de excomunión el que existan curas pederastas, o que abusan de menores, o que mantienen relaciones homosexuales (por lo contrario a la vida que dicen que son en los demás y no en ellos claro), o que están rodeados de riquezas mientras el mundo está lleno de pobreza, ¡malditos hipócritas! 
En fin, me gustaría que nuestro país, de una vez por todas, demostrase su aconfesionalidad y no diese ningún dinero público a estos manipuladores, ya que ninguna religión debe ser soportada por un estado laico, y menos la de estos curillas que se creen por encima del bien y del mal al atreverse a decirle a nuestros políticos electos lo que deben o no deben votar si no quieren ser excomulgados. Aunque la verdad, no creo que a estas alturas de la película ningún político se tome eso como una amenaza, puesto que todos saben que Iglesia y Dios no es la misma cosa.
Y con esto me despido por hoy. La verdad es que hoy no me salvo de las llamas, aunque no me importa, pues no estaré solo, ya que los que de verdad merecen el castigo del fuego purificador, son los mandamases de la Iglesia, por sus estúpidas amenazas, por hipócritas, por dictadores, por antinaturales y por muchas cosas más, aunque estén a la derecha, eso sí. Sed excomulgados pues.
¡Buenas noches!