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viernes, 13 de noviembre de 2009

¿Excomunión? Sí, ahí, a la izquierda.

Como en muchos otros días de mi andadura bloguera, hoy me vienen tantas ideas a las cabeza que me cuesta decidirme por una: la locura de Camps, la inocencia de alguien que hace arder en una hoguera a su mujer o la excomunión de los políticos que aprueben leyes abortistas. Normalmente me peleo un rato conmigo mismo para ver qué tema elijo, y al final desisto y hago otra cosa, pero hoy no, ya hace tiempo que no hablaba de la Iglesia Católica...
No creo que a nadie sorprenda que un político merezca la excomunión, pero sí puede sorprender el motivo, aunque no para los que un poquito sabemos del tema, la verdad. Las palabras del portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, fueron las siguientes, refiriéndose a los políticos que voten a favor de la Ley del Aborto: "están en situación objetiva de pecado mortal, y no pueden ser admitidos en la comunión". Aunque no contento con ello, también añadió: "No hay un derecho a quitar la vida al más débil, como propone esta ley", para también reconocer como "herejes" a los católicos que, "en contra de la fe divina", defiendan que "quitar la vida a un ser humano, aun en determinados casos, es legítimo". ¡Muy bien por él!, y a la vez, ¡qué pena por él!
Como ya he dicho, estas palabras no son nada sorprendentes, ya que se sabe de antiguo que el derecho canónico dicta la excomunión para todos aquellos que son cooperadores directos de un aborto realizado, y claro, los políticos al votar lo son... ¡Pues no! Pero también los excomulgan...
Es importante tener muy claro que la excomunión únicamente significa la censura o pena medicinal por la que se excluye al reo de delito de la comunión con la Iglesia Católica. Insisto, con la Iglesia, que no con Dios, ya que como a lo largo de toda mi trayectoria he señalado, Dios hace mucho tiempo que se distanció de la Iglesia y que no cree en esa pandilla de hipócritas. Por tanto, esos políticos, y todo el que colabore en un aborto, será muy feliz de no participar en la Iglesia, pues Dios, como bien saben los sacerdotes, habitan en el templo de cada uno, en su cuerpo, y no necesitan intermediarios, ¡qué malos son siempre los intermediarios!
Hoy no voy a entrar a juzgar si un feto es humano o no, o si una menor de edad debe abortar o no, pues eso son palabras mayores, y que por supuesto, unos sacerdotes tampoco deben juzgar, y más, teniendo en cuenta que son incapaces de probar la existencia o inexistencia de Dios, ¿cómo van a poder decir cuándo un feto es humano? 
En lo que sí que voy a entrar es en el problema de fondo, que no es otro que el ámbito de actuación de la Iglesia, así como sus propias contradicciones. Por supuesto, los curas y los obispillos pueden ponerse a desvariar sobre cualquier tema cuando quieran, pero siempre dentro de su reducto, de los muros de sus templos aislados de la presencia de Dios, y a los que sólo accede Dios gracias a los corazones puros de buenos católicos, que los hay sí. Pero en mi opinión, está fuera de lugar que pretendan aleccionar al público en general, basándose que al estar bautizados, la gran mayoría somos católicos. Pero si no fuese tan complicado apostatar, principalmente por pérdida de subvenciones claro, cuando hablasen fuera de sus muros, estarían predicando en el desierto.
Además, ¿por qué salen los obispos con la excomunión de los políticos justo ahora? Es cierto que ahora se promueve esta Ley, pero ya se hizo en el pasado otra Ley del Aborto, ¿entonces no había excomunión? Es más, si el aborto siempre ha sido un grave pecado, los años que ha gobernado el bigotudo del Partido Popular, ¿por qué no se ha propuesto también su excomunión?, ¿acaso el pasar olímpicamente de un tema no es motivo de excomunión? Supongo que no, por ello, la excomunión sí, pero a la izquierda, por si no quedaba ya bien claro que la Iglesia tiene ideología política.
Un grave problema de estos descerebrados que quieren imponer su moral, o su falta de la misma, es su postura acerca de la concepción de una nueva vida. Parece mentira, cuando los sacerdotes son los seres más antinaturales de la creación, que se atrevan a opinar sobre métodos anticonceptivos o aborto, cuando están desperdiciando, si de verdad cumplen con la castidad, todos sus espermatozoides, que no deben ser criaturas de Dios claro. Si todos fuesen como ellos se acabarían los humanos, y luego van de protectores de la vida, en fin...
Respecto a la protección de la vida, también van bien servidos de contradicciones. El portavoz ha dicho que son herejes todos los que defiendan el quitar la vida a un ser humano, supongo, que por ello apoyan a dictadores y a jefes de estado que aplican la pena de muerte, tanto ahora como en el pasado, es más, si recordamos el oscuro pasado de la Iglesia, ¿a cuántos seres humanos torturó y mató la Inquisición? ¿No era quitar la vida? Sí, eran otros tiempos sí, pero parece que la Iglesia quiere volver a ellos, ¿o no?
Y quiere volver, porque desde la Iglesia no se acepta la democracia, mejor o peor, en la que vivimos, ya que quieren estar por encima de las leyes democráticas, quieren obligar a que se haga lo que ellos quieren, evitando el ejercicio del libre arbitrio espiritual, encadenando de este modo la conciencia, tan individual como es, para sus propios fines, en una clara marcha atrás en el tiempo. Está claro, que lo lógico sería permitir que el aborto fuese legal, y después allá cada cual con lo que haga, pero nadie debe imponer sus criterios a los demás, y menos en una democracia. Pero a la Iglesia le gustaría volver a la época feudal, tener poder, y cada vez tiene menos, como debe ser...
Pero lo peor de todo, es que sean capaces de ver motivos de excomunión en lo concerniente a la votación del aborto, pero no en la corrupción de los políticos, eso no, la corrupción es sana. Yo pensaba que robar, mentir, levantar falso testimonio, etc., estaba mal según la Iglesia, pero tal vez me equivoque. Y por supuesto, tampoco debe ser motivo de excomunión el que existan curas pederastas, o que abusan de menores, o que mantienen relaciones homosexuales (por lo contrario a la vida que dicen que son en los demás y no en ellos claro), o que están rodeados de riquezas mientras el mundo está lleno de pobreza, ¡malditos hipócritas! 
En fin, me gustaría que nuestro país, de una vez por todas, demostrase su aconfesionalidad y no diese ningún dinero público a estos manipuladores, ya que ninguna religión debe ser soportada por un estado laico, y menos la de estos curillas que se creen por encima del bien y del mal al atreverse a decirle a nuestros políticos electos lo que deben o no deben votar si no quieren ser excomulgados. Aunque la verdad, no creo que a estas alturas de la película ningún político se tome eso como una amenaza, puesto que todos saben que Iglesia y Dios no es la misma cosa.
Y con esto me despido por hoy. La verdad es que hoy no me salvo de las llamas, aunque no me importa, pues no estaré solo, ya que los que de verdad merecen el castigo del fuego purificador, son los mandamases de la Iglesia, por sus estúpidas amenazas, por hipócritas, por dictadores, por antinaturales y por muchas cosas más, aunque estén a la derecha, eso sí. Sed excomulgados pues.
¡Buenas noches!

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