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lunes, 28 de abril de 2008

¡Cien días de mi blog! Para la celebración, pues inmigración.

Hoy, queridos lectores, es un día especial, pues ya han pasado nada menos que 100 días desde que comencé mi andadura con estas Meditaciones Ante La Hoguera. He de decir que el primer sorprendido soy yo, ya que durante cien días he escrito como mínimo un artículo diario, lo que me ha demostrado que soy más constante de lo que creo.

Durante estos cien días he tratado multitud de temas tanto de actualidad como de opinión personal sobre algún tema más antiguo, de lo que me siento francamente satisfecho. Ha habido temas más recurrentes que otros, pero es que la actualidad o la bocaza de algún personaje ha hecho que así lo fuesen. Lo malo de esta experiencia es que también he descubierto que a la hora de escribir no tengo freno, saliéndome los artículos bastante más largos de lo que sería mi deseo, pero perdonadme por ello, ¡no lo puedo evitar!

De todas formas, es un día para la celebración: ¡Vivan las Meditaciones Ante La Hoguera!

Hoy, la verdad es que había diferentes temas para tratar en profundidad, pero mi socarronería ha optado por el de la inmigración, tema que ya he tratado, aunque en el ámbito estatal.

También podría haber hablado de las palabras de Bernat Soria y su poca transparencia en el caso del aceito de girasol con hidrocarburos, o de su lista de 200 marcas seguras...

O podría haber tratado el tema de la liberación del pesquero que ya comente que unos piratas secuestraron, refiriéndome al punto concreto de las pocas aclaraciones que ha dado nuestro Gobierno acerca de si se ha pagado el rescate o no. La verdad, es que este Gobierno, no se está encaminando hacia la línea de la transparencia, más bien hacia el ocultismo típico de la época final de González, o la de Aznar, con lo que eso supone...

Incluso podría haber tratado el tema del pedazo de monstruo austriaco que tuvo secuestrada a su hija, de la que además abusó sexualmente durante 24 años, llegando a tener con ella nada menos que siete hijos (de los que también es abuelo, ¿no?) y que no tuvo escrúpulos ni siquiera para quemar a uno que murió al poco de nacer. Pero es que en este caso, por más que le insulte, nunca mis palabras me llevarán a la hoguera...

De lo que sí voy a volver a hablar es de las costumbres españolas y del contrato de integración, artículos que recomiendo que releáis, que propuso en su día Rajoy. Pero como perdió las elecciones no lo pudo llevar a cabo, por eso, su lugarteniente Camps, sí que lo piensa introducir en el ámbito de la Comunidad Valenciana, la que gracias a los votantes, gobierna a su antojo, aplicando un rodillo al más puro estilo Aznar. Claro, que aquí no me extraña, porque la oposición no existe, ¿o la veis por algún sitio?

Y es que hoy, el Conseller de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco, ha anunciado que la futura Ley de Integración del Inmigrante de la Generalitat Valenciana contemplará un compromiso de integración por el que los inmigrantes deberán asumir nuestro modelo de convivencia. Bueno, hasta aquí vamos bien, o mejor dicho, no vamos mal. Pues incluso en mi cerebro independiente está asumido, que cuando un inmigrante llega a un nuevo lugar, debe tratar de adaptarse y convivir con los nativos, sin perder sus costumbres, que enriquecerán a los lugareños, y por supuesto, sin tratar de imponerlas.

El Conseller, ha hablado de este compromiso destacando la importancia de que los inmigrantes se comprometan a respetar los derechos humanos y el sistema democrático. Y aquí es donde mis neuronas ya empiezan a patinar. ¿Es el Partido Popular un buen ejemplo de respeto a los derechos humanos y al sistema democrático? Para mí no, pero la culpa la tenemos todos los que votamos, que los volvemos a elegir.

Supongo que la corrupción y especulación urbanística (costumbres valencianas de los peperos) son un ejemplo de respeto a los derechos humanos: casos como los de Fabra, Zaplana, Alperi, etc, son premiados con muchos más votos, sin duda gracias a su NO respeto a la legalidad vigente. ¿Y ellos pretenden hacer una ley para enseñar eso a los inmigrantes? La corrupción va a aumentar una barbaridad.

El Partido Popular también es un ejemplo de democracia. Su sistema de elección de compromisarios es sin duda tan democrático como unas primarias del partido, sin duda que sí... Pero además, en la Comunidad Valenciana se ha vivido la lucha entre zaplanistas y campistas, que ha terminado con un Zaplana abandonado al ostracismo y desterrado mientras Camps campa a sus anchas por aquí. Esa lucha, en Novelda y en otras partes (como Elche) ha sido un ejemplo de democracia, ya que en Novelda ganó las elecciones internas Ramón Martínez (zaplanista), pero desde las altas esferas valencianas se propuso como cabeza de lista para la alcaldía a Rafa Sáez (campista), por supuesto a dedo, todo muy democrático sí. ¡Vaya ejemplos van a tener los inmigrantes!

Además, el Conseller ha declarado a la Comunidad Valenciana como una tierra de oportunidades (como el legendario oeste norteamericano). Por ello puede venir cualquier persona, pero matizando que siempre y cuando estas personas se integren en los valores, costumbres, tradiciones y sistema de convivencia valencianos para no perder la cohesión social de la región. Para ello firmarán también un documento. Y ha resaltado que el no cumplimiento del compromiso hace imposible la integración, afirmando que hay más de 80 ó 90 mil personas que están en nuestra comunidad de forma irregular (¿y nuestros gobernantes lo saben y no hacen nada al respecto?), y por tanto no tienen las circunstancias personales adecuadas para que se propicie la integración. ¡Ahí queda eso! Y se queda tan ancho...

Ya hablé largo y tendido de mi opinión acerca de lo que para mí eran las costumbres españolas y del sentido del contrato de integración de Rajoy. Evidentemente, mi opinión es la misma que entonces, para, por así definirlo, el contrato de integración de Camps. Es una discriminación negativa hacia los inmigrantes que llegan a nuestra Comunidad. Como en aquel caso deduje, ahora, el Gobierno de Camps pretende dar una lección de civismo a los inmigrantes, aunque antes nos la debería dar a todos los valencianos, esto es como Rajoy pretende dar una Educación para la Ciudadanía extra a los inmigrantes, pero eso sí, aquí la dará en inglés, para que nadie entienda ni papa... Pero lo que Camps olvida, es que la política de inmigración es competencia del Estado, no está transferida a las diferentes autonomías, por lo que desde aquí no se puede adoptar ningún tipo de medida contra quienes incumplan el compromiso, la ley debe ser estatal, pero bueno, que siga fantaseando o “fantasmeando”. Evidentemente tanto si un inmigrante, como un valenciano incumple una ley, para eso está la Justicia, que no distingue si es de fuera o de aquí el incumplidor...

Todo aquel que incumple las normas debe ser castigado atendiendo a la ley. Pero ojo, que no es lo mismo normas que costumbres. Y ahora citaré unas cuantas costumbres valencianas que deberán saber los inmigrantes (y nosotros): uso y abuso de material pirotécnico en las celebraciones, crear bonitos monumentos para después quemarlos, vivir las fiestas de moros y cristianos, abusar del alcohol, mentir, ser corrupto, destrozar el litoral (también el interior si está protegido) con construcciones desproporcionadas, recalificar terrenos par que se enriquezcan los que tienen información privilegiada, seguir la cultura del pelotazo, crear una televisión pública (Canal 9) totalmente parcial y partidista, ser seguidor del Valencia C.F y del Pamesa (para los medios de comunicación no se concibe la idea de que algún valenciano pueda ser del madrid, del barça, del atleti, etc), votar en las elecciones a los líderes más corruptos y a delincuentes, subirse el sueldo hasta ser el más alto de España (como el caso de Julio de España), pedir agua y a la vez crear campos de golf, ir a la tomatina, jugar a pelota valenciana, practicar el slalom callejero esquivando cacas de perro, gastar el doble de tinta en cualquier documento por tener que escribirlo en valenciano (catalán) y en castellano, etc, etc, etc.

Yo no sigo muchas de esas costumbres, por no decir ninguna, así que, como la mayoría de mis lectores valencianos, ¿también firmaremos ese compromiso? En fin...

Con estas palabras me despido por hoy. Tal vez merezcan llevarme a la hoguera, pero los que sí merecen el castigo del fuego purificador son nuestros gobernantes del PP valenciano, por tratar de imponer una ley que la mayoría de los españoles no escogió para todo el Estado y por tratar de discriminar negativamente a los inmigrantes. ¡Arded bien! ¡Que ya llevo cien días quemando a gente y sigo libre!

¡Buenas noches!

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