Bienvenida a todo el mundo

Desde aquí doy la bienvenida a todo el que desee leer mis opiniones en un lugar donde la indiferencia no tiene lugar.

lunes, 12 de mayo de 2008

Asia sacudida una y otra vez por catástrofes naturales.

Ayer, y tras meditarlo mucho, me decidí a poner unos números de cuenta para enviar ayuda al asolado país Myanmar (antigua Birmania) por el paso del ciclón Nargis. El motivo de pensármelo es que no llego a tener muy claro si toda la ayuda humanitaria que podamos brindar desde Occidente será bien distribuida por su gobierno. El problema reside en que se trata de un país sometido a un gobierno ilegal y muy represivo que ya dura más de cuarenta años.

Hoy en día es un país gobernado por una Junta Militar, que se negó a reconocer los resultados de las elecciones de 1990, y que ejerce una enorme represión sobre los grupos opositores al régimen. Por supuesto, todo eso no es lo peor, ya que ese gobierno se dedica concienzudamente a violar los derechos de las minorías étnicas. Esto es lo que motivaba mi duda ayer, pero bueno, por mí que no quede...

Me parece increíble la enorme serie de catástrofes que están afectando a Asia, pues tras pasar una pronto acontece otra (¿tendrá culpa el ser humano?). Cuando todavía teníamos presentes en nuestra memoria las imágenes del tsunami, ahora vemos imágenes similares por el paso del ciclón Nargis, aunque eso sí, sin turistas afectados, ya que al ser Birmania una zona sometida a dictadura, no es un lugar muy turístico que digamos, a parte de que a la gente no le gusta ver miseria en sus vacaciones, como mucho en el telediario mientras devoramos nuestra agradable y suculenta pitanza. Si pensáis que el Nargis fue pequeñito aquí os dejo una imagen del mismo (sus vientos llegaron a superar los 240 km/h):

Por cierto, que ya podría corregir el número de víctimas mortales que estaba basado en las pobres cifras que ofrecían las autoridades de Myanmar (Birmania para los amigos), ya que las mismas autoridades elevan la cifra de víctimas mortales a 32.000 (10.000 más que ayer). Sin embargo me gustaría quedarme con esas cifras y no con las más fiables que aporta el último informe de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU. Este informe dice que hay entre 63.000 y 102.000 fallecidos, otras 220.000 en paradero desconocido y casi dos millones de personas sin hogar (desplazados). Es una auténtica catástrofe, pero ojo, que todavía vendrá lo peor...

Un problema añadido al ciclón es este enorme número de desplazados, pues muchos de ellos están migrando hacia el norte, alejándose de la zona más afectada por la catástrofe, en busca de lugares donde encontrar comida y refugio. Sin embargo este viaje puede ser mortal, como detallaré más adelante, puesto que no tienen comida ni agua, y el agua que encuentren a su paso estará contaminada con restos de cadáveres humanos y animales.

Pero algo bueno también se puede decir, y es que la ilícita Junta Militar que gobierna Myanmar, tras la negativa inicial, ya permite la entrada de ayuda humanitaria, aunque la situación sigue siendo difícil, debido a que las autoridades no están facilitando el acceso a los equipos extranjeros que no logran conseguir, o lo hacen con mucha dificultad visados para entrar en Myanmar.

Como podéis ver la situación es muy grave, pero por desgracia se va a agravar mucho más, ¿por qué? Pues por lo que ya he comentado, los desplazados, y también quienes no se hayan desplazado pero hayan perdido los suministros e infraestructuras sanitarias, ya que su salud va a peligrar de muchas formas, pero el principal: el agua. Pronto van a empezar enfermedades, lo que aumentará el número de víctimas, y si no al tiempo...

Por el momento, el personal autorizado que ha conseguido llegar a la zona cuenta que ya han aumentado los casos de diarrea y disentería, apareciendo ya algunos casos de malaria. Evidentemente también han destacado la malnutrición que sufren principalmente los niños. Por supuesto, aunque no se le esté dando tanta importancia, la inundación de los campos de arroz por las crecidas de los ríos también traerá problemas económicos. No quiero ser cenizo, pero analizando la situación empeorará mucho más, porque también lo hará el riesgo de infección con el paso de los días según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Es la OMS la que ha planificado una serie de medidas y recursos necesarios con muchísima urgencia (mucha más que la que tenían ayer los obispos por formar evangelizadores), entre ellos evidentemente agua potable y alimentos, pero también mascarillas, guantes, mosquiteras e insecticidas, y por supuesto adoptar unas mínimas normas de higiene.

Dicha OMS también ha señalado las principales amenazas a las que se enfrentan los supervivientes al paso del ciclón Nargis, para que los profesionales sanitarios estén más atentos.

Entre ellas: el Cólera (ya de por sí endémico en la zona pero que empeorará al beber agua contaminada), la Shigellosis (también endémica en la zona), el Dengue (el mosquito transmisor encontrará mejores condiciones de lo normal), la Encefalitis japonesa, la Fiebre amarilla, la Filariasis (también todas transmitidas por un mosquito).

También aumentarán los casos de Hepatitis, las infecciones de la piel, así como las infecciones del tracto respiratorio y su relacionada Leptospirosis. Por supuesto, la Malaria, la Meningitis, incluso la Peste (porque estarán más expuestos a los roedores que la transmiten), las Mordeduras de serpiente, el Sarampión, el Tétanos (por la gran cantidad de heridas y cortes que tengan los afectados) y la Tuberculosis.

Pero tras una catástrofe otra, y muy cerquita de allí, en una zona vecina de China, donde se ha sufrido un fuerte terremoto con epicentro en el distrito de Wenchian, aunque se llegó a sentir también en lugares tan lejanos como Pekín, Shanghai, Taiwán y hasta en Bangkok, donde los edificios de oficinas temblaron por el movimiento sísmico, por lo que fueron evacuados.

Y es que el terremoto que ha sacudido hoy el suroeste de China ha sido de 7,8 grados en la escala de Ritcher. Ha hecho temblar la región a primera hora de la mañana de allí, dado que su epicentro estaba tan sólo a una profundidad de 10 km. Evidentemente, después se han registrados réplicas, más de 300, y algunas de ellas de más de 6 grados en la escala de Ritcher.

De momento las cifras que baraja el gobierno chino son de más de 10.000 fallecidos y muchos más heridos, a lo que se une el sufrimiento de centenares de víctimas que han quedado atrapadas en escuelas, fábricas y otros edificios derruidos.

Evidentemente los daños materiales han sido enormes, aunque por suerte la catástrofe no ha sido mucho peor, ya que la enorme presa de las Tres Gargantas, la planta hidroeléctrica y de control de inundaciones más grande del mundo (a tan sólo unos cientos de kilómetros del epicentro), no ha sufrido daños pese a estar todavía en obras. ¡Menos mal!

Por suerte China tiene recursos, no como Birmania, y ya se ha enviado a la zona gran cantidad de material de salvamento. También se ha desplegado el Ejército de Liberación Popular Chino, así como la Cruz Roja. Las imágenes son dantescas, ya que a parte de la enorme devastación se ve como muchas personas son atendidas por servicios médicos en la calle y como miles de habitantes se encuentra fuera de sus viviendas, temiendo que éstas se derrumben. Aunque lo más triste son las escuelas que han caído y los casi 900 estudiantes bajo los escombros en un centro de Dujiangyan, como también los cientos de personas que han quedado atrapadas tras el derrumbe de dos fábricas químicas en Shifang, lo que ha provocado la evacuación de unas 6.000 personas y el derrame de más de 80 toneladas de amoniaco líquido.

En fin, hoy os dejo bastante triste y seguro de que mis palabras no merecen llevarme a la hoguera. Pero aún hoy encuentro culpables, ya que el castigo del fuego purificador hoy lo merece el ser humano que modifica salvajemente la Tierra, la cual tiene su particular forma de protestar, la Junta Militar birmana, y por supuesto, los inmorales personajes que se están frotando las manos ante las perspectivas de negocio que les brindan estas catástrofes naturales. Pensadlo bien que los hay, prácticamente los mismos que desean que haya guerras en el mundo.

¡Buenas noches!

No hay comentarios: