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domingo, 4 de mayo de 2008

¡Feliz Día de la Madre!

Hoy, como cada año, como cada mes de mayo, como cada primer domingo del mes de mayo, es el Día de la Madre. Y en este día todos tenemos que recordar a nuestra querida madre, que fue nuestra puerta de entrada a este mundo, y la que sufrió por traernos a él. Es cierto que sin padre, normalmente, no estaríamos aquí, pero él se limitó trabajosamente a dejar su semilla en el vientre de nuestra querida madre, que fue quien soportó la carga del embarazo, a veces bien acompañada de su pareja, a veces no tan bien acompañada. Pero el padre ya tuvo su día, hoy le toca a la madre, hoy es su día.

Y en este día todos deberíamos dedicar todo nuestro amor a nuestra querida madre, felicitarla, darle dos besos y ¿por qué no?, un abrazo. Que no hace falta mucho más para hacer feliz a nuestra madre, no es necesario caer en el materialismo de los regalos, ese materialismo al que nos invita continuamente la publicidad y al que deberíamos hacer caso omiso, pues un beso o un abrazo valen mucho más que el más caro de los regalos.

Yo, por mi parte ya he felicitado a mi querida mamá, porque se lo merece, por lo buena que ha sido conmigo y porque ha sabido darme una educación de primera. Y lo ha hecho con todo su amor y cariño, y a pesar de no tener estudios, ¿qué importará eso?, fue capaz de enseñarme mucho más ella de lo que yo aprendía en el colegio. Evidentemente, mi madre, como nadie en este mundo, es perfecta, pero tiene más virtudes que defectos. Ha sido una hormiguita trabajadora, capaz de administrar de la mejor manera posible una economía no boyante para sacar adelante a su familia. Ésa es mi madre, para mí la mejor, como lo deben ser para vosotros las vuestras.

Mi madre siempre ha sido una persona que lo ha dado todo por su familia, lo que tal vez es algo machista, pero estaba inculcado en la sociedad en la que le ha tocado vivir. Siempre ha querido lo mejor para mí, y aunque a veces he dudado de sus consejos, casi siempre me ha demostrado que su experiencia en la vida, mucho mayor que la mía, llevaba razón.

Mi querida mamá lo ha dado todo para dar a sus hijos una vida mucho mejor a la que ella pudo aspirar y lo ha conseguido, por eso yo estoy orgulloso de ella, como también de mi padre (pero hoy no es su día).

La verdad es que madre no hay más que una, y eso es algo que no se nos debería olvidar, es más, no deberíamos recordarlo únicamente el primer domingo de cada mes de mayo, sino cada uno de los días de nuestra vida, sobre todo si se ha comportado como una buena madre, como debe ser.

Yo he conocido personas cuya madre no se ha comportado bien con ellas, y no les falta razón para odiarla, pero deberían recapacitar un poco, porque madre no hay más que una. Aunque esas malas madres abandonen a sus hijos, o los dejen a su suerte sin tener motivos aparentes son sus madres, tal vez sólo desde el punto de vista genético, pero lo son...

Pero la verdad es que hoy sólo quiero hablar de las buenas madres, de las que siempre están al lado de sus hijos, demasiado protectoras a veces, pero todo lo hacen por nuestro bien.

Tal y como dije en el Día del Padre, dediquémosles un tiempo en su honor, pues lo tienen bien merecido, y reconozcamos todo lo que han hecho por nosotros, agradezcamos su cariño y su atención a lo largo de todos nuestros años, ya sigan en la Tierra con nosotros o hayan desaparecido corpóreamente, pues espiritualmente siempre deben permanecer en nuestro corazón...

Es por eso que hoy estoy aquí recordando a mi madre, como vosotros deberíais recordar a la vuestra que hoy es su día, por tanto:

¡FELIZ DÍA DE LA MADRE!

Un día que debería ser un día más en el calendario, pues todos los días deberían estar dedicados a nuestra madre, la que nos trajo al mundo, nos dio cariño, nos dio calor, nos amamantó (como la mía en la siguiente foto), o nos dio el biberón, nos hizo dar nuestros primeros pasos, y nos ha visto llegar a ser lo que somos ahora gracias a ella...

Mamá, te quiero, hoy, en especial, y cada uno de los días de mi vida...

Y ahora, antes de despedirme, quiero comentar un tema del que me acabo de enterar, y que sé, que a mi madre no le importará, pues ella también es una buena amante de los animales, ya que tanto ella como yo somos animales.

Es un hecho que ha sucedido en Madrid, en su plaza de toros, en una corrida de la Feria de San Isidro. Y es que un grupo de manifestantes antitaurinos ha saltado esta tarde al ruedo de la madrileña plaza de Las Ventas y han hecho una sentada con carteles en español e inglés en los que protestaban contra el maltrato animal, pidiendo la abolición de las corridas de toros. ¡Muy bien! ¡Chapeau!

Los manifestantes han recibido los agravios de los espectadores y de los toreros, pero ya han comenzado a protestar dentro de las plazas, y no sólo fuera, a ver si así se conciencia alguno de esos torturadores que se ganan así su vida...

Lo mejor del caso, es que la Policía no ha intervenido, y los ha tenido que echar del ruedo el personal de la plaza. Para mí han salido por la puerta grande, y la Policía se ha portado de cine, aunque los aficionados se hayan quejado de su pasividad.

Y así sin más, me despido de todos vosotros, mis queridos lectores, esperando que os hayáis comportado como buenos hijos y os hayáis acordado de felicitar a vuestras madres. No me importa que tengáis problemas con ella, pensad en ella como lo que es y tratar de arreglar la situación, ya que en esta vida no hay nada imperdonable. Estoy seguro de que mis palabras de hoy no me llevaran a la hoguera, sin embargo deben ser merecedores del castigo del fuego purificador esos malos hijos que no muestran cariño a su madre, ni siquiera en su día, salvo que su madre se haya comportado con ellos como el mismísimo diablo o los haya abandonado, en cuyo caso la merecedora de ese castigo sería esa mala madre. Como también lo son todos los amantes y profesionales del toreo, que ellos creen un arte, pero no es más que una tortura.

¡Buenas noches!

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