Así es, nuestro querido país España ha recibido otro tirón de orejas por parte de la ONU, acerca de la especulación inmobiliaria. El representante de la ONU Miloon Kothari ha dicho que es urgente que España adopte medidas contra la especulación urbanística, ya que de lo contrario, ha advertido, será imposible aplicar las leyes y compromisos adoptados por los gobiernos central y autonómicos para promover el acceso a la vivienda. ¡Y qué tengan que venir de fuera a decirnos esto! En fin...
Lo peor es que no es el primero, ni será el último tirón de orejas que recibamos, ya que no hace mucho, la Unión Europea también nos dio otro, particularizando en la Comunidad Valenciana y su deterioro de las costas y paisajes a base de urbanizar y urbanizar, chiste del que todavía se están riendo el señor Camps y sus gobernantes, porque siguen creciendo las urbanizaciones, a pesar de paralizarlas desde Bruselas o Madrid.
El caso es que el representante de la ONU ha hecho un estudio en nueve ciudades españolas para extraer sus conclusiones, que han sido nefastas, y más aún considerando que ninguna de esas ciudades está en la Comunidad Valenciana, ya que si se llega a pasar por aquí, le habría dado un infarto, al ver la tremenda especulación, corrupción, trapicheo de sobres con dinerito y recalificaciones privilegiadas... Menos mal, que no ha venido, porque de lo contrario hablaría entubado desde la cama de un hospital.
Han tenido que venir de fuera para darse cuenta de la gran especulación incontrolada, que ha derivado, a su vez, en casos de corrupción y de marginación de los sectores más desfavorecidos, como las mujeres, los inmigrantes, los jóvenes y los ancianos. Parece ser que nuestros ojos españoles se muestran ciegos para darse cuenta de este negocio fraudulento de las promotoras e inmobiliarias. Por suerte, algún ojo justiciero ya se ha dado cuenta, y la justicia ha ido a por promotores en Marbella, o por el centro, como Paco el Pocero, pero que abran más los ojos y miren hacia levante, porque muchos politicuchos y promotores empezarían a cagar blando...
Como bien señala Kothari, nuestro país vive en una gran contradicción que no es otra que la aplicación por un lado de leyes de promoción del acceso a la vivienda, mientras que por otro lado aumentan los precios y la especulación. Cierto es que últimamente la subida ha frenado, pero dudo mucho que se convierta en bajada, pues de ser así algunos bolsillos dejarían de llenarse. Así que, por más que se esfuerce el Gobierno, la vivienda seguirá siendo un lujo.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención de las que ha dicho este hombre, ha sido que en 2005, se construyeron más de 800.000 viviendas en España, a lo que yo añado que con precios desorbitados que obligaban a hipotecarse de por vida, pero lo fuerte es que ni sumando las viviendas construidas en Alemania, Francia y Reino Unido, poderosos países europeos, se acercan a esa cifra. Y es que como siempre se ha dicho: Spain is different!
Está claro, que en España se ha construido mucho porque han llegado extranjeros que compraban viviendas a precios de oro, aunque también los españolitos se compraban una segunda vivienda para pasar sus vacaciones. Pero lo que es evidente es que una gran mayoría están vacías, por lo que las reclama el colectivo okupa. ¿Y para qué se compra uno una vivienda que no piensa ocupar?, pues para invertir, el ladrillo durante los últimos años ha sido una inversión más rentable que el oro, sobretodo si se ha utilizado esa inversión para blanquear dinero negro ante los mismos ojos de las autoridades...
Ahora se están tomando medidas para promover el alquiler de las viviendas vacías que no gustan a sus propietarios, ya que si las dejan vacías tendrán que pagar elevadas cantidades. Me parece muy bien, pues nunca entenderé como alguien puede tener 20 mansiones vacías y que haya gente viviendo en un parque o debajo de un puente porque ni puede pagar un elevado alquiler, o soñar con comprarse una casa. Todos los pasos que está dando el Gobierno central y algunas comunidades me parecen perfectos, como las ayudas a menores de 30 años para el pago del alquiler, pero todavía queda mucho por mejorar. Desde aquí animo a los políticos que se han dado cuenta de por dónde discurre el buen camino que lo sigan hasta el final, y que unidos a contundentes acciones judiciales contra políticos, especuladores y promotores corruptos, ayuden a que la vivienda digna que es un derecho, adquiera un precio justo y no desorbitado.
Y ahora que estamos en crisis y el ladrillo en recesión nada me gustaría más que la ruina de todos esos promotores que se han enriquecido con el sudor de los que duramente consiguen ganar dinero para pagar las hipotecas de sus grandes aliados, pero eso no es fácil, pues en los sitios más recónditos esconden fortunas en dinero negro, con lo que los únicos que perderán con la crisis del ladrillo serán los trabajadores de la construcción, que han optado por vivir al máximo sin reservar dinero para el futuro, que se les presenta negro y sin empleo.
Con esto os dejo por hoy, queridos lectores esperando que mis palabras no me lleven a la hoguera que encenderían con mucho gusto los especuladores, y esperando también, que estéis de acuerdo conmigo en que los merecedores del castigo del fuego purificador no son otros que los estafadores y corruptos políticos y promotores, con sus socios banqueros, que han hecho que la vivienda tenga precios desorbitados y que el objetivo de nuestra vida no sea otro que pagar una casa antes de morir.
¡Buenas noches!
Lo peor es que no es el primero, ni será el último tirón de orejas que recibamos, ya que no hace mucho, la Unión Europea también nos dio otro, particularizando en la Comunidad Valenciana y su deterioro de las costas y paisajes a base de urbanizar y urbanizar, chiste del que todavía se están riendo el señor Camps y sus gobernantes, porque siguen creciendo las urbanizaciones, a pesar de paralizarlas desde Bruselas o Madrid.
El caso es que el representante de la ONU ha hecho un estudio en nueve ciudades españolas para extraer sus conclusiones, que han sido nefastas, y más aún considerando que ninguna de esas ciudades está en la Comunidad Valenciana, ya que si se llega a pasar por aquí, le habría dado un infarto, al ver la tremenda especulación, corrupción, trapicheo de sobres con dinerito y recalificaciones privilegiadas... Menos mal, que no ha venido, porque de lo contrario hablaría entubado desde la cama de un hospital.
Han tenido que venir de fuera para darse cuenta de la gran especulación incontrolada, que ha derivado, a su vez, en casos de corrupción y de marginación de los sectores más desfavorecidos, como las mujeres, los inmigrantes, los jóvenes y los ancianos. Parece ser que nuestros ojos españoles se muestran ciegos para darse cuenta de este negocio fraudulento de las promotoras e inmobiliarias. Por suerte, algún ojo justiciero ya se ha dado cuenta, y la justicia ha ido a por promotores en Marbella, o por el centro, como Paco el Pocero, pero que abran más los ojos y miren hacia levante, porque muchos politicuchos y promotores empezarían a cagar blando...
Como bien señala Kothari, nuestro país vive en una gran contradicción que no es otra que la aplicación por un lado de leyes de promoción del acceso a la vivienda, mientras que por otro lado aumentan los precios y la especulación. Cierto es que últimamente la subida ha frenado, pero dudo mucho que se convierta en bajada, pues de ser así algunos bolsillos dejarían de llenarse. Así que, por más que se esfuerce el Gobierno, la vivienda seguirá siendo un lujo.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención de las que ha dicho este hombre, ha sido que en 2005, se construyeron más de 800.000 viviendas en España, a lo que yo añado que con precios desorbitados que obligaban a hipotecarse de por vida, pero lo fuerte es que ni sumando las viviendas construidas en Alemania, Francia y Reino Unido, poderosos países europeos, se acercan a esa cifra. Y es que como siempre se ha dicho: Spain is different!
Está claro, que en España se ha construido mucho porque han llegado extranjeros que compraban viviendas a precios de oro, aunque también los españolitos se compraban una segunda vivienda para pasar sus vacaciones. Pero lo que es evidente es que una gran mayoría están vacías, por lo que las reclama el colectivo okupa. ¿Y para qué se compra uno una vivienda que no piensa ocupar?, pues para invertir, el ladrillo durante los últimos años ha sido una inversión más rentable que el oro, sobretodo si se ha utilizado esa inversión para blanquear dinero negro ante los mismos ojos de las autoridades...
Ahora se están tomando medidas para promover el alquiler de las viviendas vacías que no gustan a sus propietarios, ya que si las dejan vacías tendrán que pagar elevadas cantidades. Me parece muy bien, pues nunca entenderé como alguien puede tener 20 mansiones vacías y que haya gente viviendo en un parque o debajo de un puente porque ni puede pagar un elevado alquiler, o soñar con comprarse una casa. Todos los pasos que está dando el Gobierno central y algunas comunidades me parecen perfectos, como las ayudas a menores de 30 años para el pago del alquiler, pero todavía queda mucho por mejorar. Desde aquí animo a los políticos que se han dado cuenta de por dónde discurre el buen camino que lo sigan hasta el final, y que unidos a contundentes acciones judiciales contra políticos, especuladores y promotores corruptos, ayuden a que la vivienda digna que es un derecho, adquiera un precio justo y no desorbitado.
Y ahora que estamos en crisis y el ladrillo en recesión nada me gustaría más que la ruina de todos esos promotores que se han enriquecido con el sudor de los que duramente consiguen ganar dinero para pagar las hipotecas de sus grandes aliados, pero eso no es fácil, pues en los sitios más recónditos esconden fortunas en dinero negro, con lo que los únicos que perderán con la crisis del ladrillo serán los trabajadores de la construcción, que han optado por vivir al máximo sin reservar dinero para el futuro, que se les presenta negro y sin empleo.
Con esto os dejo por hoy, queridos lectores esperando que mis palabras no me lleven a la hoguera que encenderían con mucho gusto los especuladores, y esperando también, que estéis de acuerdo conmigo en que los merecedores del castigo del fuego purificador no son otros que los estafadores y corruptos políticos y promotores, con sus socios banqueros, que han hecho que la vivienda tenga precios desorbitados y que el objetivo de nuestra vida no sea otro que pagar una casa antes de morir.
¡Buenas noches!
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