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sábado, 2 de febrero de 2008

Más ayuda para la educación de los adolescentes...

Tras escribir ayer un artículo bastante largo y cuyo tema va a estar bastante tiempo en el candelero, no dejéis de leerlo... Hoy voy a dar mi opinión sobre cómo el cine, la televisión y la sociedad en general, ayudan a la educación de los adolescentes.
En toda España, y en particular en la Comunidad Valenciana, están surgiendo casos de acoso escolar, principalmente en la Educación Secundaria. Muchos habremos visto en televisión vídeos grabados por alumnos donde acosan y apalean a otros alumnos, llevando a alguno incluso al suicidio. También se han visto vídeos donde los alumnos graban con sus teléfonos móviles agresiones físicas o verbales a sus profesores. Tanto unas como otras las suelen colgar en YouTube o sitios similares, motivo por el cual se hacen eco los medios de comunicación.
Ésta es una situación con la que se debería acabar, para ello en la Comunidad Valenciana por ejemplo, se está realizando un borrador de derechos y deberes de alumnos, padres y profesores, que no acaba de aprobarse, puesto que la manera en que se propone resolver los problemas no es la adecuada, ya que no le devuelve la autoridad al profesor y la solución propuesta son aulas de convivencia donde irían los alumnos de mala conducta y de las que tendría que hacerse cargo el mismo profesorado, es decir no se dotaría de trabajadores sociales preparados para resolver esos temas, puesto que la Conselleria de Educación, no quiere gastar ni un euro más en la educación de los hijos de sus votantes...
Para ayudar al buen clima en el aula la televisión está aportando su granito de arena. Si ya es difícil la situación para dar clase en algunos centros, a los alumnos se les aportan referentes ridiculizando a los profesores en algunas series de televisión, lo que ya dura unos años... Pero el pasado 28 de Diciembre, como una inocentada más, se estrenó en los cines una comedia de humor negro dirigida a adolescentes, en cuyo trailer se puede ver cómo unos alumnos atacan a un profesor con un bate de béisbol mientras se escucha una voz que amenaza: ¿Y ahora quién suspende a quién? La película no es otra que: No Digas Nada.
Su sinopsis es la que sigue: Tras asesinar al profesor del que estaba enamorada, Silvia le empieza a coger el gustillo a la cosa y hace lo propio con un vendedor de artículos nazis. Sus compañeros de clase, hartos de encubrirla, deciden que ellos también quieren quitarse de encima a los profesores y vecinos que les hacen la vida imposible. Así que se organizan en comités de asesinatos, enterramientos… Mientras, un incompetente policía tratará de resolver el caso de las misteriosas desapariciones.
En una entrevista, el actor principal dándose cuenta del mal ejemplo que proporciona dice: Espero que todo el que vea la película salga satisfecho, incluidos los profesores. También deseo que ningún descerebrado ponga como excusa la película para solapar lo que haga. Luego, él mismo visto el resultado desea curarse en salud, ¡qué elegante solución!
Pero por si fuera poco, ni la Conselleria de Educación Valenciana, principalmente, ni el Ministerio de Cultura incrementan mucho su gasto en educación, pero eso sí, la película está subvencionada por el Ministerio de Cultura, ¡qué cosas!, ¿verdad?
No la he visto, ni me apetece verla porque hace años que acabó mi adolescencia, pero sin duda es una ayuda más para la educación de nuestros adolescentes. Y que por supuesto no va a subsanar las graves dificultades que tiene el profesorado para desarrollar su trabajo en la vida diaria.
Soy consciente de que no es más que una película más, pero tal como evoluciona el clima en las aulas se podrían evitar ciertos temas, luego que no se quejen de la mala educación de los adolescentes y del aumento de los casos de acoso o bulling en los centros... ¿Hasta cuándo el profesorado deberá No Decir Nada?
Espero que mis palabras no me lleven a la hoguera, pero desde aquí someto al fuego purificador a los guionistas de esas series y películas que dan mal ejemplo a los estudiantes, a la Conselleria de Educación y al Ministerio de Cultura que las subvenciona sabiendo cómo está la situación en las aulas. O es que, como lo único que hacen es legislar desde una realidad alejada de las aulas, ¿desconocen lo que de verdad ocurre en ellas?
¡Buenas noches!

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