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martes, 19 de febrero de 2008

Educar en Alicante cuesta menos.

Ya sé que ha habido hoy muchas noticias más importantes que la que voy a tratar, pero el caso es que la que a mí más me ha indignado ha sido el constatar con cifras que la provincia de la Comunidad Valenciana que menos inversión recibe en Educación es la de Alicante. Eso es para que los valencianos sigan quejándose de que en Alicante sí que se invierte dinero autonómico, no como decimos los alicantinos, pues para muestra otro botón... Si no fuese darme una importancia infinitamente superior a la que en realidad tengo, que es prácticamente ninguna, pensaría que el señor Camps y el señor Font de Mora (il capo de la Educación Valenciana) son asiduos lectores de mi blog, y que cada vez que critico su forma de llevar la educación les toco las narices y por eso me las quieren tocar a mí, recortando el presupuesto para la educación alicantina. Pero me dejaré de fantasías y analizaré cómo es posible que nos den menos dinero que a ninguna otra provincia.
Como se puede ver en el detalle de las partidas del presupuesto de 2008 referido a las inversiones reales previstas tanto para centros de Primaria como de Secundaria; mientras para Alicante se asignan 2.295.000,52 euros destinados a la construcción de nuevos centros, lo asignado tanto para Valencia como para Castellón supera los 3 millones en ambos casos: a Valencia se le dota con 3.832.000,81 euros y a Castellón con 3.176.000,96. ¡Los alicantinos somos unos privilegiados!
Es cierto que siendo realistas y analizando bien las tres cifras, ninguna de estas cantidades sirve para paliar el déficit de construcciones escolares que padece la Comunidad Valenciana. Pero es que teniendo los datos que posee la Generalitat el caso de Alicante resulta el más sangrante, ya que nuestra provincia es la que padece una mayor necesidad de aulas y por tanto de dotación económica para nuevos centros; puesto que por una parte escolariza a cerca de la mitad de todos los alumnos inmigrantes de la Comunidad, que van llegando a los centros día a día de forma continuada y por otra es la provincia que acumula mayor cantidad de instalaciones escolares prefabricadas, los famosos barracones, siendo más de la mitad de toda la Comunidad. Y lo que es peor, Alicante es la única provincia en la que durante el primer trimestre de este curso ha aumentado el número de aulas prefabricadas.
Y yo me pregunto, ¿por qué sabiendo todo esto en Conselleria todavía se empeora más la situación con los presupuestos del 2008? Habrá que cambiar la frase usada por algunos malos alumnos para justificar sus notas, esa de: Mamá, es que el profe me tiene manía, y ponerla en boca de todos los que formamos parte del sistema educativo alicantino. Así, tanto alumnos, como padres y profesores, diremos todos a una: Mamá (Camps), es que Font de Mora me tiene manía...
Como contrapartida, se puede concluir que en la provincia de Alicante se encuentra el mejor profesorado de toda la Comunidad Valenciana, ya que a pesar de tener las tasas de inmigración más altas y el mayor número de barracones conseguimos enseñar y educar tan bien como en las otras dos provincias, pero recibiendo menos dinero. Luego, con ello lo que están haciendo es valorar nuestra profesionalidad. Nos dicen que somos los mejores, pues entonces gritemos: ¡Viva Font de Mora! ¡Viva Camps! ¡Gracias por otorgarnos la medalla del profesor que mejor trabaja con las peores instalaciones!
En fin, pero siempre podremos ir a Valencia a ver a Fernando Alonso y sus colegas corretear por las calles de la ciudad, porque supongo que como premio nos regalarán entradas para verlos, ¿no? ¡Ah!, ¿qué no? Pues entonces no quiero esa medalla y prefiero que dediquen más dinero para construir mejores centros en la provincia que más los necesita. Aunque ya me daría con un canto en los dientes si al menos dedicasen dinero a arreglar los problemas que tienen los centros existentes, cosa que como comenté en el primer artículo. Ese artículo en el que hablaba de un centro que más parecía una cámara de torturas que un centro educativo. Pues bien, tengo nuevas noticias sobre él, y es que hace menos de dos semanas una alumna sufrió una descarga eléctrica al manipular uno de los enchufes sin toma de tierra que existen en sus talleres. Por suerte, tan sólo fue un tremendo susto. ¿Acaso esperan nuestros gobernantes a que alguien fallezca para invertir más en Educación que en ocio?
De esta forma os abandono por hoy, queridos lectores, y os digo que hoy me da igual que mis palabras me puedan llevar a la hoguera, ya que digamos que sufro a diario la amenaza de una "silla eléctrica". Pero por supuesto, si he de morir, será condenando al castigo del fuego purificador al señor Camps, al señor Font de Mora y a todos los responsables de hacer unos presupuestos que marginan todavía más a los más necesitados.
¡Buenas noches!

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