¿Una buena educación merece dinero?

Bueno, pues éste es el tema del que me propongo dar mi opinión hoy. Resulta que hoy me he enterado que en un Instituto de Educación Secundaria existen graves problemas de mantenimiento y seguridad, tanto para el trabajo de los profesores, como para el de los alumnos.
Es un centro que tiene ocho años, relativamente nuevo, pero que desde que se construyó presenta problemas. Desconozco al gran cerebro ingenieril que firmó dicho proyecto, pero dudo que lo mirase siquiera.
Dicho centro se encuentra en una rambla, y todos sabemos que el agua siempre busca su cauce natural, ¿qué podría pasar? Pues de momento lo único que pasa es que cada vez que llueve el patio se hunde, con el consiguiente peligro para los alumnos, además de que por algunas partes los asentamientos han cedido y hay algunas ventanas y puertas que ni siquiera se pueden abrir.
Pero esto no es todo, el centro está mal orientado, pues su mayor fachada da al norte, por lo que en esa parte se pasa un frío inhumano, ya que no siempre hay dinero para calefacción. Y digo yo, ¿el proyectista oyó hablar en su vida de arquitectura ecológica?
Y por si fuera poco, tampoco se puede trabajar en condiciones en sus laboratorios ni talleres, pues existen enchufes que manipulan los alumnos que no tienen toma de tierra, enchufes que se encuentran a una distancia inferior a la regulada por ley de grifos por los que sale agua, que como todos sabemos conduce la electricidad, etc, etc. ¿Quién aprobó ese proyecto? Pues nuestra querida Conselleria de Educación, y lo pagó con nuestro dinero, el dinero de todos.
Consultada la directiva del centro sobre esos problemas, responde que es difícil solucionarlos ya que los debe sufragar el mismo centro de su escueto presupuesto, reducido porque dicha Conselleria paga siempre como mínimo con un trimestre de retraso...
Visto lo visto, las condiciones en que trabajan los docentes con sus alumnos, no me parece descabellado que nuestro sistema educativo sea de los peores de Europa, ¡es un milagro poder enseñar!
Creo que una buena educación merece el dinero necesario, y más si queremos una educación pública de calidad. Pero, estimados lectores, ésta es mi humilde opinión, no la de la Generalitat Valenciana, que prefiere aportar dinero a la educación concertada (privada) antes que a la pública, por no decir que prefiere gastarlo en Copas América, Circuitos de Fórmula 1 en Valencia y en tapar los enormes agujeros creados por Terra Mítica o nuestra Televisión Valenciana. Esto sin ser mal pensado y no creer que sea posible que haya corrupción y algunos bolsillos de nuestros políticos, elegidos por nosotros, se estén llenando con el dinero que merecería una buena educación, no, no puede ser...
Por ello me encuentro aquí meditando ante la hoguera en la que me podrían quemar por mis opiniones, aunque tal vez quienes merezcan el castigo de la hoguera no sean mis palabras, sino nuestros gobernantes de la Generalitat Valenciana.
¿Y vosotros? ¿A quién declaráis merecedor del fuego purificador?
En fin... Esto es todo por hoy.
¡Buenas noches!