Bienvenida a todo el mundo

Desde aquí doy la bienvenida a todo el que desee leer mis opiniones en un lugar donde la indiferencia no tiene lugar.

jueves, 24 de enero de 2008

Una solución a la pobreza mundial.

Hoy se me ha ocurrido pensar en cómo solucionar algunos de los problemas que tiene nuestro mundo, entre ellos el de la pobreza. Por todos es sabido que una buena parte de la población mundial no alcanza los límites de la pobreza y padece hambruna, mientras que hay algunas personas o entidades multimillonarias a quienes les sobra el dinero.
Es conocido que hay muchos deportistas de élite que cobran sueldazos impresionantes por hacer lo que más les gusta, como dar patadas a un balón, y algunos de ellos donan parte de sus ganacias. También que hay empresas y gobiernos que donan parte de sus ingresos para estas causas. Incluso hay personas que a título individual hacen donaciones, como yo con el 0'7 de la declaración de la renta o participando en rifas y promociones, como entrar a páginas web que donan dinero por ello... Por cierto, una que he descubierto recientemente es la siguiente http://www.freerice.com/index.php, en ella donan arroz por cada sinónimo que se acierta en inglés, con lo que además sirve para mejorar el idioma.
Pero se me ocurre que hay una entidad que nada en la abundancia, que tiene grandes tesoros acumulados y que todavía quiere más dinero, pero que sin embargo, tan sólo dedica una mínima parte de su capital a este problema, cuando podría solucionarlo en gran medida. Esta entidad no es otra que la Iglesia.
Sí, la Iglesia, desde el medievo y al igual que la nobleza, e incluso antes, se dedicó a acumular riquezas y posesiones. Cobraba diezmos a pobre gente que no podía ni pagarlos y además sobrevivir, lo que es un gran ejemplo de caridad cristiana, sin duda...
Es cierto que eran otros tiempos, pero a pesar de que la Iglesia siglos después ha pedido perdón por algunos hechos no ha devuelto esas riquezas a quienes esquilmaba, a los pobres del mundo. Hoy en día la Iglesia tiene un gran poder económico, incluso invierte su capital para incrementarlo, pero tengo la impresión de que eso no es lo que hacía Jesuscristo, a quien veneran y es motivo principal de su fe. Lo cual me parece una gran contradicción, pues Jesús era pobre y además predicaba la pobreza comentando lo difícil que sería que un rico entrase en el cielo en alguno de sus sermones, así que, me parece que a los miembros de la Iglesia, cuando se topen con San Pedro les dirá que para ellos las puertas del cielo están cerradas.
Tanto Jesús como sus seguidores abandonaban sus posesiones y eran refugiados y alimentados por almas caritativas que les tenían fe. Lo mismito, lo mismito que hacen ahora los seguidores de Jesús, ¿verdad? No hay nada más que mirar en el interior de las catedrales, con sus museos catedralicios que albergan tesoros de valor incalculable, como también se guardan en muchas iglesias, y el mejor sitio para darse cuenta sin duda es el Vaticano, ¿alguien podria estimar una cifra del valor de todo lo que se encuentra allí? Yo no soy capaz, para mí es incalculable. Es más, en la última cena, según se cree, el cáliz en el que Jesús dio de beber era de barro, pues yo no conozco ninguna iglesia que no lo tenga de oro, si es que no tienen incrustaciones de piedras preciosas.
Jesús compartía todo lo que tenía con los demás, ayudaba a la gente necesitada en la medida de sus posibilidades, no como la Iglesia que dedica una mínima parte de su capital. De hecho, yo creo que Jesús, el Hijo de Dios, debe estar retorciéndose de dolor allá arriba al ver lo que hacen sus representantes en la tierra, pues de ninguna manera siguen sus enseñanzas, seguro que piensa que para eso no se sacrificó en la cruz...
Pues bien, yo creo en Dios, pero no en la Iglesia, es más, pienso que el mismo Dios no cree en la Iglesia ya que no aman al prójimo como a sí mismo, les da lo mismo ver lo que sucede en Etiopía, Somalia y quedarse de brazos cruzados guardando su tesoro cual Gollum con su anillo, mientras por el otro lado muestran una sonrisa y piden a sus parroquianos que colaboren en campañas de ayuda al tercer mundo. ¡Qué cinismo! Pero lo peor es que mucha gente no se da cuenta de su treta y se deja engañar, que no iluminar como haría Jesús. De hecho, como dice en una canción Mago de Oz, la única iglesia que ilumina es la que arde... Aunque tampoco se debe generalizar con las antorchas, pues dentro de esa organización si que hay buena gente que se sacrifica por los demás.
Además, se me acaba de ocurrir que la Iglesia es la prueba irrefutable de que Dios existe, pues en el Vaticano debe vivir su antítesis: el Demonio, Satanás o como quieran llamarlo, ya que no es éste el único pecado (avaricia) que está bien visto por la Iglesia.
Espero que mi Dios comprenda estas palabras y no me juzgue por ellas, pues para ello tengo cerebro, para pensar y dudar de todo, en caso contrario, Dios nos habría hecho sin cerebro, ¿no?
Y así me despido, sabiendo que hoy no me salvo de ir a la hoguera, pues la Iglesia tiene sobrada experiencia en torturar y quemar a inocentes como yo, cuando los que realmente merecen el fuego purificador son ellos, ya que son herejes de su propia religión, las enseñanzas de Jesucristo. Jesús era pobre, ¡hipócritas!, si estuviese en nuestro tiempo no le daríais ni una moneda...
¡Buenas noches!

No hay comentarios: