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lunes, 1 de febrero de 2010

Quien roba a un ladrón, ya no es un piratón.

Mientras ojeaba la edición digital del diario Público de hoy, me he topado con un titular que ha hecho que mis cimientos éticos temblasen, aunque eso sí, siguen firmes. El tirular en cuestión es el siguiente:

Angela Merkel accede a comprar una lista con nombres de evasores fiscales en Suiza.

Al que yo replico con mi Contratitular:

Quien roba a un ladrón, ya no es un piratón.

Tras meditar detenidamente sobre el titular, como corresponde por el título de mi blog, he concluído que si yo estuviese en el caso de la presidenta de Alemania haría lo mismo, ya que pagaría lo que hiciese falta por desenmascarar a todos los ladrones de mi país. La verdad es que en el caso de España tendrían que echarse a temblar muchos, pero como yo no soy el presidente...

En el caso de Merkel, un anónimo informante, le pide 2,5 millones de euros por desenmascarar nada menos que a unos 1500 evasores fiscales alemanes. Visto así, el negocio es una ganga, pues entre lo que va a recuperar y las multas que podrá poner será un notable beneficio para su econonmía.

Pero nunca llueve a gusto de todos, pues dentro de su propio partido, en la oposición y por supuesto en Suiza, país donde se esconden esos invasores de impuestos, no quieren que eso siga adelante, pues por lo visto sería alentar el tráfico ilegal de datos. Pero, ¿qué tiene eso de malo? La policía siempre ha usado sus chivatos, o a infiltrados exdelincuentes, y no hay ningún problema en pagarles, pero a este informante, como trafica con datos sí que lo hay. Imagino que el problema es que los que están en contra del pago por la lista, lo que temen es que sus nombres queden al descbierto, sí, eso me cuadra más...

Por cierto, que en cuanto al tráfico ilegal de datos, se me han abierto otros interrogantes. Si yo hackeo una base de datos de evasores fiscales, mi gobierno me la puede comprar, sin prestar atención a que yo esté haciendo algo ilegal por internet, como vulnerar varios derechos fundemanteles, pero si lo que hago es descargarme una peli, mi gobierno me trataría de perseguir por ello, ¡qué cosas!

Y rizando el rizo, si yo hackeo una web con enlaces ilegales obteniendo los datos de los usuarios que suben sus cosillas ilegales, y se la ofrezco a mi gobierno, uno de los paladines de la antipiratería, quizás me pagaría por ello, como poco me lo agradecerería; pero si ya de paso me descargo el episodio de House de la semana pasada que no pude ver, y que un amable usuario de esa web grabó de la emisión de la tele para compartirlo con el resto de amables usuarios, también me castigaría por ello. Ummmm, supongo que por esa razón nunca le pasaré esa lista hackeada...

Es por ello que ante casos así, ya no sabría lo que soy: ¿soy un ladrón o no?, ¿soy un pirata o no?, ¿me castigarán o no? Pues no, como robo a un ladrón, ya no soy un piratón.

De todas formas: ¡bravo por Merkel!

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