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sábado, 19 de julio de 2008

¡Aleluya dijo el cura, digo el Papa!

Parece ser que poco a poco el Papa Benedicto XVI va entrando en razón, a pesar de que algunos traten de sacarle vínculos con un pasado hitleriano.

Así, el Papa ha reconocido hoy en Australia, la vergüenza que padece la Iglesia Católica debido a la existencia en ese país de pederastas entre sus filas de sacerdotes, los cuales abusaron de menores indefensos. Estas palabras vienen a sumarse a las que no hace mucho ya pronunciara en Estados Unidos, donde el escándalo fue todavía mayor.

Me parece muy bien que poco a poco vaya cambiando la actitud de la Iglesia contra estos desalmados, pero crean que faltan acciones drásticas contra esos hechos, no sólo palabras, que como todos sabemos se las lleva el viento.

Comparado con lo que dijo en el país del tonto de Bush, en Australia ha pasdo más de puntillas por el tema, con un pobre reconocimiento de la vergüenza y una tímida condena. Pero al menos, ha pedido que los responsables sean llevados a la Justicia. Y digo yo que se refiere a la Justicia de nuestro mundo, y no al Juicio Final, porque de ser así, apañados vamos...

Lo mejor de sus palabras en la homilía que daba ha sido reconocer, como buen cristiano, que las víctimas deben recibir compasión y cuidado, que está muy apenado por el dolor y el sufrimiento que las víctimas han padecido y que semejantes fechorías constituyen una grave traición a la confianza que se tenía en los sacerdotes, por lo que merecen una condena, pues además han causado un gran dolor y un gran daño al testimonio de la Iglesia.

Bien, esperemos que corran nuevos vientos en la Iglesia, ya que como luego comentaré las palabras de alguno de sus secuaces no encajan con este nuevo espíritu, como el del giro al centro pepero. Pero yo quiero reflexionar un poco el hecho de si unas meras palabras son suficientes, lo que a todas luces me parece que no.

Como en alguna ocasión ya comenté, la actitud de la Iglesia hasta ahora, en esos temas tan inhumanos como la pederastia ha sido vergonzosa. No olvidemos que detrás de ello, además del delito de pederastia, se esconden entre otras cosas la homosexualidad, tan mal vista por la Iglesia, ya que la mayoría de las víctimas de los abusos son niños, y no niñas; pero en el caso de que sean niñas, algunas se han podido ver en la necesidad de abortar, y estas se han encontrado con la postura contraria de la Iglesia, cuando un miembro del clero era el padre, que no el Padre, de la criatura en ciernes. Por supuesto, no cabe duda de que un pederasta también ha violado su celibato, no sólo al menor, pero claro, es muy fácil hacer promesas que a lo largo del tiempo no se piensan cumplir...

En fin, no me gusta nada la actitud que ha tenido la Iglesia con los sacerdotes culpables de pederastia, que no ha sido otra que esconderlos para que no se supiesen los hechos. ¿Cómo? Pues de una manera muy sencilla, si se enteraban de que algún sacerdote era pederasta se le trasladaba para que se olvidara el asunto, por tanto los sacerdotes pederastas seguían siendo sacerdotes, no se les secularizaba; e incluso se pagaba a las familias de las víctimas de sus abusos para que retirasen las denuncias, una actitud sin duda muy cristiana...

Esa actitud resalta más todavía con las penas que pone la Iglesia a los que faltan gravemente a sus mandamientos, como la excomunión. Por ejemplo, el caso que ya he nombrado de una niña violada por un cura. Dicha niña por el hecho de abortar era comparable a Satanás, luego debía ser excomulgada, pero su violador no era ni mucho menos excomulgado, sino que seguía siendo sacerdote. Un claro ejemplo de la justicia divina en la Tierra.

Pero bueno, ahora parece que la cosa va a cambiar, ya que el Papa se avergüenza por ello, ¿es suficiente? Claramente no. Yo me avergüenzo de esta Iglesia y del Papa como conjunto de seres humanos sin humanidad y apartados de la doctrina de Dios. Yo creo que el Papa, como cabeza visible de la Iglesia, en lugar de avergonzarse, debería denunciar y llevar ante la Justicia, y no sólo como ha dicho que sean llevados ante ella, por otros claro, pues la Iglesia tiene nombres y apellidos de los curas pederastas, y el lugar donde ahora residen. Estoy seguro que si siguen sin denunciarlos ellos mismos, su Dios se seguirá retorciendo de dolor en su Cielo.

Por otra parte espero que las víctimas de estos abusos sean tratadas de una forma más correcta por la Iglesia, ya que pedir perdón no es lo único que la Iglesia les debe. Por desgracia, los efectos de los abusos sexuales se padecen en ocasiones durante toda la vida, incluso después de muertos los curas pederastas, y por supuesto, no es una buena compensación el dinero, sino la Justicia, que esos curillas sean condenados a prisión como el resto de los mortales, y que compartan celdas con presos comunes.

Pero para demostrar que las palabras del Papa pueden caer en saco roto, están las palabras de un obispo, el señor Anthony Fisher, coordinador de la Jornada Mundial de la Juventud donde participaba el Papa. Este obispo, no tenía otra cosa que hacer para avivar todavía más la polémica que criticar a las víctimas por seguir haciendo lutos excéntricos con las heridas del pasado. ¡Toma ya! ¿Y este tipejo es un seguidor de Cristo? Pues mejor ser no seguidor, ya que los que hablan así merecerían ser las víctimas del próximo caso de abusos sexuales. Así que señor Fisher, ¡a cuatro patas!

En fin, con estas palabras tan inmorales de alguien que debería ser ejemplo de moral, lo dejo por hoy. Seguro que mis palabras merecerán hoy el castigo de la hoguera para los herejes que se atreven a decir que son la Iglesia, sin embargo, los merecedores del castigo del fuego purificador son esos miembros de la Iglesia que ocultan a esos delincuentes de la más baja calaña, y que aunque su líder, el Papa, de visos de cambiar, sus mentes cerradas les impiden el cambio.

¡Buenas noches!


sábado, 5 de abril de 2008

La hipócrita Iglesia expulsa a una mujer lesbiana de su Hermandad.

Pasan los años, pasan las décadas, pasan los siglos, pasan incluso los milenios, pero la Iglesia Católica vive completamente anclada en su más oscuro pasado, y lo que es peor aún, sumida en esa doble moral que como ya he repetido en anteriores artículos, hace que el mismo Dios no crea en la Iglesia por apartarse de la doctrina de Cristo y por predicar una cosa y hacer otra...

¿Alguno de vosotros escuchó alguna vez a Jesús decir que los homosexuales no eran bienvenidos a su lado? ¿Al lado de la Iglesia? Incluso, ¿alguno escuchó a Jesús hablar del celibato de sus futuros sacerdotes? Él nunca tuvo reparos en visitar o hacerse acompañar de los más marginados por la sociedad: leprosos, prostitutas, pobres, etc. ¿Por qué la Iglesia que se supone sigue su doctrina sí que pone trabas a los marginados socialmente?

Hablo hoy de ello por la lamentable noticia que se ha publicado en algunos medios. Y es que el Obispado de Ciudad Real ha obligado a la Hermandad de la Virgen de la Encarnación de Abenójar a expulsar a la cofrade María Rey Santos, que pertenecía a la misma desde el mismo día de su nacimiento. ¿Por qué? Porque esta mujer de 54 años de edad es lesbiana y porque consideran que su conducta ha sido manifiestamente escandalosa. Lo que hay que ver en pleno siglo XXI...

La víctima de este absurdo episodio, María, se ha atrevido a explicarlo un día antes de que en su pequeño pueblo se celebre la tradicional romería de la Virgen de la Encarnación. Así ha relatado que se la expulsó en agosto de 2007 debido a que en febrero contrajo matrimonio civil, por supuesto, con su pareja de su mismo sexo, una mujer con la que llevaba conviviendo más de quince años.

No habría pasado nada de no haber sido nombrada vicesecretaria de la Junta Directiva de su cofradía, ya que según el Obispado, ese cargo no lo puede ejercer María por el hecho de vivir en situación irregular para la Iglesia, es más el Obispado considera a María como un escándalo público, por lo que solicitó entonces su baja en la cofradía. Por ello, la asamblea de dicha Hermandad se vio obligada a expulsar a María, decisión que se encuentra recurrida por la misma María desde enero, ya que ella considera que no ha incumplido sus estatutos, de lo que yo mismo estoy seguro sin conocerlos. Presentó un escrito para impugnar la asamblea general de la cofradía en la que se votó la carta del Obispado. Pide que se celebre otra asamblea, ya que la decisión de echarla o no de la Hermandad debe salir de la votación de todos los hermanos. Si no se celebra otra asamblea, espero que se decida a acudir a la vía judicial, pues a puesto el caso en manos de sus abogados, ya que la Constitución está de su lado.

Por suerte para María, está siendo apoyada por su familia, por sus amigos y por la mayoría de vecinos de su pueblo. Incluso la presidenta de la Hermandad dimitió al enterarse de la petición de exclusión por parte del Obispado. Pero aún así, María lo está pasando mal, ya que se considera una persona muy cristiana, motivo por el que se siente defraudada con la Iglesia. ¡No es para menos!

Cabe señalar la gran devoción que existe en el pueblo por su Virgen, ya que de los 1.600 habitantes que tiene, 600 pertenecen a la Hermandad. Si yo fuese uno de ellos dimitiría como la ex presidenta.

A pesar de todo, la afectada participará en los actos religiosos que se celebren en honor de su adorada Virgen y por supuesto en la romería, esperando que las fiestas transcurran con normalidad. Es más, muchos vecinos de su pueblo le mostrarán su apoyo en ella portando una camiseta con el lema: Encarnación sin Discriminación y una fotografía de la imagen por la parte trasera. Y es que a la Iglesia desde siempre le ha gustado discriminar...

De hecho en ese mismo pueblo se encuentra discriminada otra mujer por el simple hecho de estar divorciada, por lo que tampoco podrá ejercer como Hermana Mayor de la Hermandad, y es que para ese Obispado todo está mal, ¿no serán misóginos?

La verdad es que la Iglesia debería dejarse ya de tratar con su doble moral esos asuntos, y mirar no sólo hacia fuera en el tema de la homosexualidad, sino también hacia dentro, hacia el interior de sus cimientos.

Y es que hace un tiempo, un conjunto de 39 sacerdotes italianos homosexuales, sí, repito homosexuales, escribieron una carta en respuesta a la Instrucción de la Congregación para la Educación Católica a propósito de los criterios de discernimiento vocacional con relación a las personas con tendencias homosexuales. De la que yo destacaría la parte en que hacen referencia a que su homosexualidad no les ha causado impedimento para ejercer su ministerio, ya que no tienen problemas mayores que los heterosexuales para vivir su castidad, puesto que la homosexualidad no es sinónimo de incontinencia, ni siquiera de instintos irrefrenables: no están enfermos de sexo y la tendencia homosexual no afectó su salud psíquica ni sus dotes morales y humanas.

Es más, en España, más concretamente en Huelva, hubo un caso en 2002 en que el sacerdote José Mantero salió del armario diciendo que daba gracias a Dios por ser gay, que se sentía en paz con Dios y que le encantaba ser gay y pertenecer a la Iglesia. Motivo por el que fue castigado por su obispo a la pena mínima, no poder confesar a sus fieles. Es más le tendió un puente por tratarse de una oveja descarriada, pero que de no aceptarlo, podría ser obligado a pedir la secularización o incluso a excomulgarlo. Como si la homosexualidad fuese algo de lo que la gente se tenga que arrepentir...

Más le valdría a la Iglesia olvidarse de su cruzada contra la homosexualidad y no pasar por alto sus estilos de vida, pues hay sacerdotes heterosexuales que no mantienen el celibato, suelen vivir rodeados de lujos, sienten apego hacia el dinero y al poder y se alejan de los problemas reales de la gente, como la miseria que podrían solucionar viviendo en la pobreza como Jesús, su maestro, repartiendo todos sus bienes.

Y lo peor de todo es que la Iglesia de puertas para dentro permite la homosexualidad, escondiendo los casos de sacerdotes pederastas y pedófilos. ¡Qué hipócritas! Sin duda ésta es la manera en que muchos sacerdotes entienden aquellas palabras de Jesús: "Dejad que los niños se acerquen a mí". Puesto que estos abusos sexuales se cometieron contra niños mayoritariamente y no contra niñas, por tanto la homosexualidad está dentro de la Iglesia.

En la década de los 90 se destaparon muchísimos casos tanto en Estados Unidos, como en Europa y en América Latina. Así, desde los años 50, en Estados Unidos se encontraron denuncias contra más de 4.000 sacerdotes católicos por abusar de niños impúberes. También un estudio en España afirmaba que del total de españoles que han sufrido abusos sexuales siendo menores, el 10% asegura que fue abusado por un sacerdote católico.

¿Y dónde ocurren estos hechos? Pues en seminarios sacerdotales, parroquias, hospitales, organizaciones de trabajo social, escuelas y orfanatos en donde niños y adolescentes estaban bajo el cuidado del clero. En la mayor parte de los casos la víctima no recibió atención inmediata ni por parte de su familia debido al respeto que ésta le tenía al implicado o por temor e ignorancia.

¿Y qué hizo la Iglesia contra estos criminales? Cuando los hechos llegaron a conocimiento de sus superiores inmediatos, recibieron como sanción llamadas de atención privadas y fueron desplazados a otros sitios alejados del lugar. Y tras un tratamiento psicológico se reincorporaban al servicio por no haber riesgo de reincidencia, ¡claro que sí! Incluso tanto incriminados como sus superiores pagaron sumas de dinero extrajudiciales para evitar que el escándalo saliera a la luz pública. Pero no sólo esos chantajes se limitaron al ofrecimiento de dinero para comprar el silencio de las víctimas, sino que también incluyeron chantajes de tipo moral y psicológico bajo amenazas e incluso violencia verbal y física. ¡Ésta es la Iglesia!

Los superiores de religiosos incriminados ejercieron el acto de encubrimiento de los mismos al no denunciar a las autoridades locales los casos y tomar medidas como las anteriormente citadas: ordenar tratamientos terapéuticos, transferencias y silencio ante la opinión pública. Y todavía se mantienen los Concordatos con el Vaticano, nido de encubridores de delitos, lo que también les convierte en criminales. Si no lo son bajo el Derecho Eclesiástico, para el que sólo serían pecadores, sí lo serían para el Derecho Civil Penal, para mí son tanto delincuentes como pecadores.

Y con esto os dejo por hoy, seguro de que mis afirmaciones me llevarán a la hoguera, pero ello me hace sentir feliz, porque la Iglesia quemó a muchos inocentes como yo. Sin embargo, los verdaderos merecedores del castigo dl fuego purificador no son ni María ni yo mismo, sino los sacerdotes pederastas y la Iglesia que los encubre y se olvida de que ellos también son homosexuales, pero se atreve a juzgar con diferente baremo a los católicos seculares como María, que no hace nada malo por ser lesbiana.

¡Buenas noches!

lunes, 31 de marzo de 2008

Nuestra Justicia perfecta y las agresiones sexuales.

Tal y como os dije ayer, hoy voy a retomar el tema del caso Mari Luz, pero desde un punto de vista diferente. Está claro, que el gran culpable es el pederasta Santiago, pero hay otros motivos que hacen culpable a nuestro sistema, a nuestra Justicia, y en definitiva, a nuestro país.
Respecto a la Justicia, es increíble la cadena de errores o lagunas judiciales que han impedido que el maldito pederasta Santiago estuviese en ese hotel al que llaman cárcel, tras todos los delitos reconocidos que comenté ayer que tenía imputados, lo que hizo que la pequeña Mari Luz no se encuentre ya entre nosotros.
En el año 2007, en noviembre, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) investigó al juzgado de lo penal de Sevilla que había condenado por abusos al pederasta Santiago del Valle y, pese a no encontrar anomalías graves, sí observó bastante lentitud en la tramitación de las ejecuciones de condena e incluso un retraso en la cobertura de las bajas de personal, como también pasa en la Educación Valenciana y supongo que en otros muchos juzgados. Sabiendo esto, no me extraña que el padre de la pobre niñita haya exigido que se busque a los responsables.
Por ello se acordó hacer un seguimiento trimestral de las recomendaciones que dio el CGPJ, entre ellas que se actuase de oficio en la ejecución de órdenes de busca y captura. ¡Sin duda un gran seguimiento! Espectacular ha sido el seguimiento en la ejecución de la condena impuesta al pederasta Santiago de dos años de cárcel, ya que hasta el día 7 de marzo el Ministerio de Justicia no recibió ninguna comunicación del juzgado en la que se notificase su desaparición y se solicitase su consentimiento para dictar una orden de busca y captura. Y es que como decía Aznar, ¡España va bien!
Pero ése no era el único delito imputado al criminal Santiago. Si mi centro de trabajo estuviese tan descoordinado como los diferentes juzgados de España, no sabríamos ni quién trabaja allí. Por los tocamientos de ese salvaje a una menor en diciembre de 2006, un juzgado sevillano decidió que Santiago debía presentarse los días 1 y 15 de cada mes, lo cual hacía el pederasta, incluso hasta principios de este marzo; mientras que el juzgado que lo había condenado a dos años de cárcel lo creía en paradero desconocido. ¡Deben rodar cabezas! ¿Así funciona mi país? Creo que me marcho a Etiopía a pesar de las miserias que padeceré, al menos podré mirar a los ojos de todo el que me cruce sin sentirme avergonzado por mi país...
Pero nuestro sistema cometió mas errores, y es que los sistemas son humanos claro. Tras la investigación del CGPJ de noviembre, lo único que se sacó en claro fue una sanción por negligencia para el juez que no encarceló al pederasta Santiago por retrasar más de un mes el examen forense de una niña de dos años supuestamente maltratada por su padre. ¡Suma y sigue! ¿Escarbamos más? Ese juez, si yo fuese él tendría la muerte de Mari Luz en mi conciencia y ya habría encontrado en la letra D del diccionario la palabra Dimisión. Como decía, ese juez todavía se justificó alegando falta de personal y de medios materiales en su juzgado, es más, tuvo la caradura de denunciar su caso al Tribunal Supremo, pero éste rechazó todas sus alegaciones y confirmó la sanción. ¡Algo sí funciona!
Si de verdad no tenía medios ni personales ni materiales, ¿dónde va el dinero de nuestros impuestos? ¿Por qué no se convocan más oposiciones para funcionarios de Justicia? Sin comentarios...
Ayer también comenté el periplo de cambios de domicilio del pederasta Santiago, este salvaje también residió por Gijón. Pues bien, allí acosó durante cuatro meses a otra menor. Y esa menor que hoy cuenta con 15 años ha llegado a decir que: “Si nos hubieran hecho caso, Mari Luz estaría ahora viva”. ¿Qué le lleva a decir eso? En primer lugar el enorme susto de que ella podría haber acabado como Mari Luz, asesinada por el pederasta, aunque se sentirá aliviada porque Santiago acabará en la cárcel, o eso espero, siempre que no haya otro error y salga un día después de entrar. Pero la verdadera razón de su frase es que todavía hoy sigue a la espera de un juicio contra el pederasta por el que le pide dos años y medio de cárcel por coacciones e intento de abuso sexual. ¡Maldita Justicia! Esta pobre niña asturiana ya no volverá a dormir tranquila y el culpable de sus pesadillas y de su cambio de vida todavía no ha sido juzgado.
De todas formas el caso de esta otra niña muestra claramente las triquiñuelas que urdía Santiago para captar a sus víctimas, espero que no alegue enajenación mental, porque de eso nada... La niña asturiana se puso en contacto con Santiago en marzo de 2006 por una carta que publicó éste en una revista haciéndose pasar por Cristina, una niña adolescente que buscaba amiguitas. Tras una relación de carteo de unos meses el maldito pederasta escribió a la niña como Santiago del Valle, hermano de Cristina, diciéndole que su hermana se había marchado a Londres por la separación de sus padres. Por suerte cuando se lo contó a su madre, ésta la aconsejo bien, diciéndole que no contestase ninguna carta más. Y punto final... ¡No, qué va! Eso fue el principio...
Ya que el maldito pederasta se presentó un par de semanas después en la casa de la abuela de la niña diciendo que estaba enamorado de ella, una niña de 13 años, sin ni siquiera conocerla, por suerte la abuela ayudada por la niña lo consiguió despedir. Pero él se trasladó a vivir desde Sevilla a Gijón entonces, a un piso cercano al de la niña para tenerla controlada. Nada planificado, ¿verdad? El maldito tiparraco se presentaba en el instituto de la niña y la seguía, ¡hasta incluso al servicio! Es más, se matriculó en la escuela de adultos del mismo centro de ella, cosa que también hizo en el caso Mari Luz. La niña no recibió apoyo ni de profesores ni de compañeros, dejó sus estudios, perdió a sus amigas y ha necesitado apoyo psicológico, y aún vive atormentada por los recuerdos, ¿hay derecho a eso? ¿Qué falla en nuestro sistema?
Al final el centro y su familia pusieron denuncias con lo que el acosador acabó en la cárcel, para salir a la calle a los pocos días. ¿Volverá a pasar esta vez? Hasta ahora no se le ha podido juzgar porque estaba en paradero desconocido, y eso que fichaba en otro juzgado puntualmente... Como remate dos niñas más del mismo centro también denunciaron al pederasta por acoso, allí vivía en su paraíso rodeado de niñitas, pero más tarde retiraron sus denuncias. ¡No me extraña viendo cómo funciona la Justicia!
Volviendo al caso de Mari Luz, nuestro presidente Zapatero dialogó con el padre de ésta, reconoció los errores que se hubiesen podido cometer le prometió llegar hasta el fondo de la investigación de cómo podía estar en libertad el “presunto” asesino de Mari Luz a pesar de tener condenas sobre su cabeza. Tal vez si se hubiese investigado antes toda la cadena de errores que le permitían vagar libremente por nuestro país Mari Luz estuviese viva, ¡tal vez no!, ¡seguro! Pero bueno, al menos que caigan los responsables.
El padre, Juan José Cortés opina que se pondrán todos los medios para que esta situación no se repita en el futuro, pero a su hija ya no se la devolverá nadie. A pesar de ello sigo sorprendido por la entereza de este hombre que sigue llamando a la calma.
Ahora, cuando ya es tarde, el Gobierno no descarta la creación de un registro público de pederastas o de otros mecanismos para evitar fallos judiciales como los registrados con la muerte de Mari Luz, es más, yo estoy de acuerdo con el PP en que se modifique la ley y haya un agravamiento de las penas para los delitos sexuales. También estoy de acuerdo con CiU que quiere crear un registro con el que se pueda controlar mejor a estos pederastas, y yo añadiría también a los violadores y a los maltratadores por supuesto, y que como ya se hace en éste último caso, haya un registro central de condenados para evitar los errores ocurridos.
Ayer también hable de sus encubridores, su esposa Isabel y su hermana Rosa, ¿qué tendrán en sus cabezas? Es más, ¿a ningún vecino le extrañó que Santiago empapelase sus ventanas con plásticos azules y amarillos? Así no veían lo que ocurría en su casa, y de paso él podía espiar a las niñas. Pero eso ya había pasado antes, pues cuando abusó de su hija, a sabiendas de su esposa, todas las ventanas estaban cerradas y las persianas bajadas, lo que extrañó a las autoridades que acudieron a ese piso de Sevilla entonces.
Santiago viene de una familia de nueve hermanos. De ellos, su hermana menor Rosa se encuentra ahora detenida por colaborar con Santiago en la desaparición del cadáver de Mari Luz.
Pero otra hermana, Catalina, sufrió sus abusos durante años, desde sus 5 añitos hasta los 12, y en silencio: toqueteos, masturbaciones con las manos de Catalina, se metía en su cama de noche para seguir con la historia, etc. Incluso otro hermano también abusó de Catalina, ¡vaya familia! Pero es que Santiago le hacía lo mismo a su hija, y en presencia de su esposa, ¡menudos degenerados!. Catalina también habla muy mal de su cuñada Isabel, por mala persona y porque siempre estaba insultando, pero los vecinos también hablan muy mal de ella ya que dicen que lanzaba objetos por la ventana a la gente. ¿Pero no hicieron nada? El caso es que Santiago siempre ha estado obsesionado por las menores, sin embargo nunca ha quedado en prisión, a pesar de que desde 2001 ha estado implicado en 5 casos por abusos sexuales a niñas.
¿Funcionará mejor nuestro sistema en el futuro? Espero que sí, porque ya hay otra niña de 15 años que ha pedido ayuda a la Benemérita porque no puede más. No es para menos, porque esta niña segoviana no deja de recibir llamadas y mensajes en su móvil de un hombre que la atosiga desde el verano pasado. Ha llegado a recibir en un solo día 25 llamadas y mensajes de ese tipo, evidentemente obscenos, incluso fotos de su pene y de su cuerpo desnudo. Pero por desgracia no saben quién es, aunque debe ser cercano a ella ya que le describe cómo va vestida, por lo que está claro que la ve. La niña trata de no responderle pero cuanto menos caso le hace más llamadas recibe. Evidentemente esta niña así asustada no puede vivir, ¿funcionará esta vez nuestro sistema? ¿O la desgraciada muerte de Mari Luz, entre otras tantas, no servirá para nada?
Espero que sí, que la puedan ayudar, como espero que el maldito pederasta Santiago y sus encubridores acaben con sus huesos en la cárcel cumpliendo la máxima pena posible. Tal vez el pueblo español merezca un referéndum para alargar las condenas, incluso para instaurar la cadena perpetua, pues está claro que la benevolencia de nuestras leyes hace que delincuentes de todo el mundo venga a delinquir a España. Ya sabemos lo que falla en nuestro sistema, la propia Ley. ¿Lo corregiremos? Es más, los elegidos por el pueblo ¿harán bien su trabajo por una vez? No sé, no sé, sigo sin recuperar mi fe en nuestro sistema...
Y así os dejo por hoy. Espero que no consideréis mis palabras merecedoras de llevarme a la hoguera, pues como ayer los merecedores del castigo del fuego purificador son: el maldito pederasta Santiago, sus encubridores, nuestro sistema y nuestra Justicia. ¡Arded bien a fuego lento!
¡Buenas noches!