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miércoles, 27 de enero de 2010

¡Peligro! Uso de casco obligatorio. Caída libre de suicidas.

Mientras me consumo al arder en mi hoguera, sigo observando cómo la gente muere de maneras inverosímiles. Esto es lo que he podido apreciar hoy al leer el siguiente titular, encontrado en la edición digital del diario Málaga Hoy:

Fallece una mujer al caerle encima una joven que se había precipitado de un edificio.

A lo que replico con mi Contratitular:

¡Peligro! Uso de casco obligatorio. Caída libre de suicidas.

La verdad es que no es una noticia para tomarla a broma, pues ha terminado con la muerte de una persona, pero es francamente impactante. Esto ha sucedido casi a mediodía, en Málaga, cuando desde un octavo piso, una joven, que presuntamente se suicidaba, ha caído sobre una mujer mayor que pasaba por allí en esos momentos, la cual ha terminado muerta, mientras que la joven saltadora sigue viva.

Lamento mucho la muerte de esta señora y desde aquí quiero transmitir mis más profundas condolencias a sus familiares y amigos. Pero también quiero pensar en la joven que ha saltado, pues si de verdad se trataba de suicidar, ahora va a tener que vivir con más problemas que antes, pues supongo que la juzgarán por homicidio involuntario y no sé si por intento de suicidio. Aunque claro, lo peor es que va a tener que convivir con su conciencia sabedora de haber matado a otra persona al intentarse suicidar. Si antes ya padecía alguna depresión, no imagino lo que ahora padecerá...

Pero bueno, lo malo del caso es ir viendo como la realidad acaba superando a la ficción, y es que en la bonita película Amélie, esto ya se daba, pues al comienzo se ve cómo la madre de Amélie muere al salir de una iglesia tras rezar por la caída de una suicida. Recuerdo que al ver la peli, pensaba en la escasa probabilidad de que un suceso así ocurra, pero sin embargo ocurre.

Y no es la primera vez, ya que en septiembre del año pasado, en Barcelona, otra suicida saltó y cayó sobre un peatón matándolo en el acto. Lo curioso del caso es que también saltó desde un octavo piso. Menos mal que en mi pueblo apenas hay edificio tan altos. Yo por si acaso evitaré pasar por debajo...

En fin, espero que no se ponga de moda este peligroso salto B.A.S.E. peatonal, pues por razones ecológicas siempre he recomendado ir a todas partes a pie o en bicicleta, y así sería demasiado peligroso.

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