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martes, 15 de septiembre de 2009

El fatídico embarazo inverso de al Zaidi.

Y así, tras nueve meses de embarazo, el periodista iraquí Muntazer al Zaidi, ha dado a luz, esto es, ha salido de prisión. La verdad es que ha sido un embarazo a la inversa, puesto que se inició con el parto y ha terminado con la feliz noticia de la concepción de una nueva vida libre, lejana de los barrotes de la fría cárcel testicular, en la que se encontraba.
Fue hace nueve meses, un 14 de diciembre, cuando pudimos ver como al Zaidi daba a luz un par de zapatos, que salían despedidos con una furia inusitada para tratar de impactar en un observador del parto, que no era otro que el de pocas luces Bush. Pero que muy a pesar del “parturiento” al Zaidi, no conseguían dar en el objetivo, ya que el de pocas luces Bush, conseguía esquivar a los dos gemelos con una pericia inusitada, tal y como se puede ver a continuación…
De haber sido así, habría sido mucho más espectacular, pero por desgracia, simplemente nos tuvimos que conformar con ver las imágenes siguientes, en las que además se puede ir observando como en los nueve meses siguientes al parto se ha ido gestando ese nacimiento gracias a torturas y agresiones.
No voy a defender la agresión a una persona, puesto que no me gusta la violencia, pero en el caso de ésta que al Zaidi intentó realizar contra el de pocas luces Bush, me parece bastante justificada, ya que se debe entender la impotencia que deberían sentir todos los habitantes de Iraq al ser oprimidos y vejados, (recordad las imágenes de los soldados norteamericanos), por el despiadado ejército estadounidense.
Y es que el de pocas luces Bush siempre pensó que era un dios y podía hacer todo lo que le venía en gana, incluso invadir Iraq (obsesiva herencia familiar) en busca de las inexistentes armas de destrucción masiva, en este caso formando una santísima trinidad con sus dos secuaces Blair y Aznar. Sin duda que consiguieron derrocar a un dictador, pero existen tantos otros dictadores por el mundo tiranizando países que no tienen petróleo… Lo que no consiguieron fue que los iraquíes fuesen realmente libres, ya que todavía los ejércitos campan a sus anchas por su país. Me gustaría saber cómo se comportarían los estadounidenses si otro país invadiese por vez primera el suyo…
Por ello siempre entenderé el comportamiento de al Zaidi, ya que la frustración, la impotencia, la rabia contenida y muchas otras sensaciones negativas se arremolinarían en su cerebro y en su corazón para dar a luz a sus zapatazos, primero uno, para a continuación gritar como el “parturiento” que era: "éste es el beso de despedida del pueblo iraquí, perro", y después el otro, mientras gritaba: "esto es por las viudas y por los huérfanos y por todos los asesinados en Iraq".
Justo antes del parte, después en mi secuencia inversa, al Zaidi padeció los dolores, que no fueron otros que una brutal detención y posteriores palizas que le dejaron las siguientes secuelas: una mano y varias costillas rotas, hemorragia interna y una herida en un ojo por la paliza que sufrió durante su detención, según aseguró su hermano a la BBC.
Desde ese día, al Zaidi estuvo detenido a espera de un juicio en el que se le acusaba de ataque a un oficial extranjero, si bien, su abogado le defendía alegando que el parto de al Zaidi se encontraba dentro de la libertad de expresión atendiendo al Derecho Internacional, puesto que, según sus palabras: "al Zaidi expresó simplemente su rechazo a la ocupación y la política de represión contra los iraquíes", y la verdad es que me gusta mucho el argumento de ese abogado, aunque no por ello al Zaidi fuese inocente de ese ataque por supuesto.
Durante el mes de febrero de este año, lo que podríamos considerar como los vómitos y malestares típicos de su embarazo, al Zaidi rehusó disculparse con el de pocas luces Bush, hasta que finalmente en el mes de marzo, y tras declararse inocente, fue condenado a tres años de prisión por asalto a un jefe de estado, si bien en abril surtió efecto una apelación dejando su delito en insultos a un líder extranjero, por lo que su pena se redujo únicamente a un año, y como la ley iraquí dice que por cada año de prisión se deben cumplir nueve meses, al Zaidi debería haber salido ayer de la cárcel, sin embargo la burocracia lo ha retrasado y ha terminado siendo liberado hoy, con el festejo por parte de sus familiares y seguidores, incluido el salvaje sacrificio de unos corderos…
Por fin ha terminado el calvario para al Zaidi, y es que durante su encarcelamiento parece ser que también ha sufrido más dolores propios del embarazo, como han sido las torturas a las que dice haber sido sometido en prisión.
Además, como cualquier embarazada, ha recibido regalos y bendiciones por parte de muchos simpatizantes como por ejemplo: el maleducado Hugo Chávez quien le declaró héroe nacional, grandes ofertas económicas por los zapatos que arrojó, la hija del dirigente libio Gadafi, Aicha, dijo que su organización benéfica le concedería la medalla al coraje, por considerar su acto como una "victoria para los Derechos Humanos", el mismo Muanmmar al Gadafi, que quiere otorgarle el máximo reconocimiento de Libia, su jefe en la cadena Al Bagdadia, quien espera que vuelva a su trabajo ofreciéndole una casa de cuatro habitaciones y un coche nuevo, el emir de Omán, que le ha prometido un caballo dorado, e incluso un iraquí que vive en Marruecos que llamó para ofrecerle a su hija como esposa, entre otros.
Sin embargo, y en una postura que le honra, al Zaidi no aceptará ninguna de esas dádivas, ya que no le interesa de momento la política, sino permanecer en los corazones de la gente, y eso sí, el único regalo que le gustaría conseguir sería una disculpa oficial del primer ministro iraquí Nuri Al-Maliki, el que estaba junto al de pocas luces Bush en el momento del parto.
Y bueno, esta es la historia de este embarazo inverso de al Zaidi, que comenzó con el parto de sus dos zapatos para acabar tan feliz como el que acaba de conseguir la fecundación, sintiéndose libre de nuevo…
Está claro que ciertamente no es ningún héroe este periodista, pero lo que sí es evidente es que consiguió hacer algo que a muchos habitantes de este planeta nos habría encantado hacer, aunque a ser posible con más acierto claro. Por hacer lo que hizo ha pasado nueve horribles meses en prisión, con lo que ha pagado su culpa, por lo que yo aplaudo por fin su libertad desde aquí.
Y así me despido por hoy esperando que mis palabras no merezcan llevarme a la hoguera, por apoyar a un terrible delincuente. Aunque yo tengo claro que quien merece el castigo del fuego purificador no es otro que el de pocas luces Bush por ser capaz de hacer que un hombre inocente como al Zaidi pierda los papeles e intente agredirle, tras la ilegal invasión de su país, Irak.
¡Buenas noches!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gesto de pura desesperación cuando las palabras ya no son escuchadas. Gesto pueril también porque un par de zapatos raramente causaron un daño físico que sin ninguna duda y en todos los casos sería reprobable. Sinceramente, creo que ser violento no era la intención de al Zaidi pero algunas veces nos vemos abocados a reacciones que no tendríamos en cualquier otra situación. Bendita sea la rebeldía frente a la injusticia, la desfachatez, la abominación, el daño, el agravio, ...
El niño nos ha salido rebelde. Felicidades al papá y a los que creemos que la libertad no se puede robar a alguien que expresa su indignación por la libertad robada a otros. Por cierto, yo también quiero dar zapatazos.
(P.S. Abandono la investigación sin resultado alguno. Fdo Csi)

Opinador Lenguaraz dijo...

Así es Anónimo, es un mero gesto pueril que para nada sirve más que para mostrar la desesperación de quien veía oprimido a su pueblo, violadas a sus mujeres, vejados a sus prisioneros, mientras el ejército liberador y su estúpido líder quedaban impunes.
Por cierto, ojo con los zapatazos, que en estos tiempos que corren, te podrían salir muy caros, ya que con esta crisis, a ver quién se compra unos Manolos, je, je.
Gracias por tu comentario.
Un saludo CSI.